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Recarga de un coche eléctrico en un polígono industrial de Vitoria Rafa gutiérrez
Insuficientes electrolineras para pocos coches

Insuficientes electrolineras para pocos coches

Un informe de Orkestra destaca la «apuesta tecnológica» vasca por los puntos de recarga eléctrica, pero advierte de que no son suficientes y tampoco están adecuadamente repartidos

Martes, 26 de octubre 2021, 00:07

El desarrollo de la movilidad eléctrica en Euskadi descansa sobre una importante «apuesta tecnológica» de empresas y administraciones públicas por esta tecnología, especialmente en lo que se refiere a los puntos de carga. Sin embargo, estos no son suficientes, ni están adecuadamente repartidos, para cubrir e impulsar la demanda de los usuarios. Que, en comparación con otras regiones españolas de renta per cápita similar, tampoco son muchos. Son algunas reflexiones recogidas en el estudio 'Fomento de la movilidad eléctrica de pasajeros. El caso de la CAPV'. Un detallado informe realizado por Roberto Álvaro y Jaime Menéndez, investigadores de Orkestra-Instituto Vasco de Competitividad.

El estudio advierte en su introducción de que, por sí misma, la mejora tecnológica de los vehículos eléctricos -más autonomía y potencia de recarga- no es suficiente para alcanzar los objetivos de descarbonización de la movilidad. Se necesita, consideran sus autores, cubrir las diferentes modalidades de carga requerida por los usuarios (vinculada, de oportunidad y rápida), impulsar la fabricación y compra de vehículos de bajas emisiones, y favorecer un precio de la electricidad asequible. Por último, se deben fomentar las nuevas tendencias en movilidad, como la conectividad, la movilidad autónoma, la compartición y la intermodalidad.

El desarrollo de la movilidad eléctrica en Euskadi se basa en la «apuesta tecnológica de la industria y los diferentes gobiernos» por esta tecnología y, en particular, en «la recarga eléctrica». Esto se ha traducido en el despliegue de una red de puntos de carga «con grandes prestaciones, pero con un mallado reducido» tanto a nivel de distribución geográfica como de puntos de carga por habitante.

Situación «baja» respecto a Europa

Euskadi ocupa «una situación intermedia» dentro de España en cuanto a fomento de la movilidad eléctrica, y «baja» respecto a Europa. Pese a ser una región pionera en aspectos como la infraestructura de recarga y la instalación de cargadores ultrarrápidos, «hay pocos usuarios de vehículos eléctricos en comparación con las otras regiones de renta per cápita similar de España». Por ejemplo, Madrid o Cataluña, cuyo porcentaje de turismos eléctricos en su parque móvil (0,6 %, y 0,2 % respectivamente) supera ampliamente al de la comunidad autónoma vasca (0,1 %), que en 2020 presentaba 1.009 unidades.

El estudio subraya la «oportunidad» que para la industria vasca suponen «las importantes inversiones y el cambio de modelo de movilidad que va a requerir la electrificación del transporte». La cadena de valor del vehículo eléctrico es en Euskadi «muy completa», y comprende «compañías energéticas de referencia, fabricantes de vehículos, industria auxiliar y centros tecnológicos». Además, la «capacidad innovadora y comercial» en productos y servicios tecnológicos se verá reforzada con el aumento en el uso de los vehículos eléctricos y de su infraestructura.

La rentabilidad de estas inversiones ser verá potenciada por el hecho de que Euskadi sea lugar de paso de dos grandes vías de la red de carreteras europeas, su ubicación fronteriza entre España y Francia, y su alta densidad de población en el territorio.

Distancias «reducidas» y densidad de población «elevada»

La distribución de la población dentro dentro de la comunidad autónoma vasca tiene unas características «atractivas» para el despliegue de la movilidad eléctrica, ya que las principales distancias a recorrer son «relativamente reducidas» y la densidad de población «muy elevada». De ahí que, con un despliegue de cargadores «relativamente limitado», apoyado por el fuerte desarrollo de la red eléctrica de distribución, «se podrá dar cobertura al conjunto de la población vasca» y facilitar la adopción del vehículo eléctrico por la demanda.

Euskadi contaba el pasado año con 312 puntos de recarga. La mayoría de ellos (213) eran de menos de 22 kilovatios (kW) de potencia. De entre 22 y 40 kW hay 74, mientras que 17 están en el rango de 40-250 kW. Y sólo ocho tienen más de 250 kW. Orkestra ha estudiado la infraestructura de recarga que la comunidad autónoma vasca necesita en el horizonte del año 2030 en función de dos ámbitos: urbano e interurbano. Para el primer caso, cree necesario «incorporar la comarca como unidad de referencia». Bajo este criterio, considera que se puede dar cobertura al 89% de la población «con sólo 129 puntos de recarga».

En el ámbito interurbano, la instalación de entre 8 y 10 puntos más de repostaje eléctrico ultrarrápido «estratégicamente situados en las principales autovías y autopistas» permitiría reforzar la red entre ciudades». En la actualidad existen en Euskadi ocho puntos de recarga de este tipo (de más de 250 kilovatios de potencia). Todos ellos están situados en puntos interurbanos.

El informe subraya el consenso sobre la importancia de realizar «un amplio despliegue de cargadores de alta potencia», que no abundan en Euskadi en comparación con otras regiones españolas punteras, «y muy lejos de las europeas más relevantes en este campo». Esto dificulta la penetración de la movilidad eléctrica por parte de ciudadanos y empresas. Y, en lo que supone un círculo vicioso, «resta uso y, por tanto, rentabilidad técnica (prueba de los proyectos) y económica a estos grandes desarrollos».

En cualquier caso, advierten los investigadores del Instituto Vasco de Competitividad, el despliegue efectivo de la movilidad eléctrica dependerá de la capacidad para combinar soluciones que atiendan a usuarios sin aparcamiento propio (carga vinculada o lenta), modelos de negocio en torno a la carga de oportunidad (semirrápida) en el sector servicios, con el complemento de la movilidad compartida y la intermovilidad.

Una vez que la penetración de vehículos eléctricos sea lo suficientemente elevada, la instalación de nuevos puntos de carga «se sostendrá en la demanda de los propios usuarios», de manera parecida a lo que sucede con las actuales estaciones de servicio.

En lo que se refiere al transporte público vasco, con la excepción del ferroviario, «no presenta un gran nivel de electrificación» si se compara con otras regiones del Estado.

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