Facua advierte a los comercios que usan la excusa del datáfono averiado
Si el establecimiento no acepta el pago con tajeta por esta razón, debe facilitar una cuenta bancaria para que se haga una transferencia o un número de móvil para abonar el importe vía Bizum
Iratxe Bernal
Jueves, 17 de agosto 2023, 00:17
Llegas a la caja con la compra en una mano y la tarjeta en la otra y el dependiente te dice que no puede aceptarla porque el datáfono está averiado. Puede pasar. La tecnología tiene estas cosas. Pero a veces ocurre tan a menudo o la supuesta avería dura tanto que, como explican desde la organización de consumidores Facua, «el cartel que informa sobre la incidencia está plastificado o incluso enmarcado y con polvo encima».
En esos casos, es muy probable que estemos ante un comercio que trata de escamotear a Hacienda parte de los ingresos. Sin el resguardo del datáfono ni una factura simplificada (que no es lo mismo que un ticket si es que éste no está numerado ni muestra información clave sobre el establecimiento, la operación realizada y el tipo impositivo aplicado), no hay constancia de la compra por lo que el fisco no sabrá nunca cuánto se factura realmente. Si sospechamos que este es el verdadero objetivo tras el rechazo de nuestra tarjeta, Facua nos recuerda que podemos denunciar antes el organismo de consumo de la comunidad autónoma donde nos encontremos, que puede no ser la nuestra puesto que, como advierte la asociación, donde más abunda está práctica es en la hostelería. En los chiringuitos y terrazas de verano, para ser más exactos.
Al margen de la moralidad del establecimiento, otra cosa es cómo la práctica afecta al cliente. Aunque estemos muy acostumbrados a pagar con tarjeta, lo cierto es que por ley, salvo en algunos servicios regulados, los comercios sólo tienen obligación de aceptar un medio de pago; el efectivo. La otra obligación es informar a la entrada o en un lugar bien visible cuáles son los medios de pago aceptados, para que sea el cliente quién decida cuál emplea o incluso opte por no realizar allí ninguna compra o consumición.
De modo que si en ese cartel informativo se nos dice que se admiten tarjetas, el comercio no puede después negarnos la posibilidad de usarla. Si, además, el comercio ejerce su libertad para establecer un gasto mínimo para aceptar el pago con tarjeta, éste también debe estar claramente indicado. Si no lo estuviera, podríamos negarnos a pagar en efectivo.
¿Y qué pasa si el datáfono está realmente averiado? «En ningún caso se puede obligar a un usuario a pagar una cuenta en efectivo si antes se le ha informado de que el cobro con tarjeta es posible. Si en el establecimiento no aceptan esta forma de pago por alguna razón, debe facilitar una cuenta bancaria para que se le haga una transferencia o un número de móvil para abonar el importe vía Bizum», explica Facua.