Se busca presidenta o presidente para la patronal vasca
Econfidencial ·
La recta final está a punto de comenzar. El próximo mes de julio vence el mandato del actual presidente de la patronal vasca, el ... alavés Roberto Larrañaga. Tan sólo hay una cosa clara en el relevo, porque de momento no se ha deslizado ni un nombre: el nuevo líder de los empresarios de Euskadi será elegido por la organización patronal guipuzcoana Adegi. Les toca por turno.
Llegados a este punto, algunas voces en el sector empresarial apuntan que quizá ha llegado el momento de que ese puesto, de tanta proyección social, lo ocupe una mujer. Sería una contribución puntual pero significativa en ese proceso de elevar a la categoría de normal lo que debe ser normal. Esto es, que las mujeres ocupen cada vez más puestos de alta responsabilidad, pública y privada, porque es objetivo que están subrepresentadas en esos escalones altos del poder.
La propia patronal guipuzcona ya ha demostrado una evidente sensibilidad en esta cuestión. El comité ejecutivo de la organización que preside Eduardo Junquera, presidente de la patronal guipuzcoana desde mayo del pasado año, así lo refleja. De las tres vicepresidencias de la organización, dos las ocupan mujeres. Hay más datos en esa misma línea. Cada una de las tres patronales territoriales -la vizcaína Cebek, la alavesa SEA y la guipuzcoana Adegi- nombra varios representantes para ocupa los puestos de los órganos de gobierno de la organización que actúa como una especie de cúpula de todas ellas en el ámbito vasco, Confebask. Pues bien, las dos únicas mujeres que hay en el comité ejecutivo de la patronal vasca -los otros 17 componentes son hombres- representan a Adegi. Se trata de Susana Quiñones, exdirectora general del grupo textil Loreak en la actualidad a los mandos de una empresa de consultoría de gestión que ella misma ha creado y de Isabel Busto, presidenta de la empresa informática i68.
Susana Quiñones, incluso, es en la actualidad vicepresidenta de Confebask lo que, aparentemente, la colocaría como candidata natural a dar el salto. Otra cosa es que esté dispuesta, porque eso de ser primera línea en la patronal tiene sus problemas. Al menos dos importantes. El primero, que el cargo no es remunerado y que el tiempo de dedicación a esa institución supone también reducir la capacidad para dirigir tu propia empresa. El segundo, que es un cargo que tiene una permanente exposición pública -la generación de opinión es precisamente una de sus principales misiones-, para convertirse en muchas ocasiones en blanco de las críticas.
Aún faltan unos cuantos meses para el relevo, pero la partida ha comenzado.
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