Desde que se creó la Bolsa General de Comercio de Bilbao en 1890, la sociedad ha cambiado de forma profunda y los mercados financieros lo ... han hecho de su mano. Es precisamente gracias a esta centenaria historia por lo que en BME conocemos de primera mano la trascendencia de la innovación. Desde su nacimiento, los mercados financieros no han dejado de renovarse de la mano de la tecnología. Poco se parece la Bolsa de hoy a la de hace un siglo. Hoy, los cambios no cesan, sino que se aceleran a una velocidad vertiginosa. Los mercados son más que nunca el epicentro de esta renovación permanente.
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Las oportunidades transformadoras que ofrece la tecnología son inmensas y los sectores y empresas que no tomen nota de ello corren el riesgo de quedar obsoletas. En BME trabajamos a diario para transformar el sector financiero, gracias a las posibilidades que ofrece la Inteligencia Artificial y la tecnología blockchain. Hace unos meses, por ejemplo, lanzamos un servicio de roboadvisor basado en Inteligencia Artificial. El laboratorio de Innovación de BME trabaja con la vocación de ofrecer mejores productos y servicios a las entidades financieras.
También hace poco el sandobx del Ministerio de Economía admitió nuestro proyecto de Marketplace, una plataforma alternativa de financiación para las empresas que está basada en la tecnología blockchain. Es importante que entendamos que la digitalización tiene el poder real de cambiar las cosas. Gracias a la tecnología podemos agilizar procesos y crear nuevos servicios que, como en este caso, contribuyan a mejorar la financiación de las empresas.
El apoyo a las startups y las pequeñas empresas es fundamental y, de nuevo, la tecnología tiene mucho que decir en este objetivo. El crecimiento de estas compañías disruptivas es fundamental para reforzar el tejido empresarial de nuestro país y, con ello, el conjunto de la economía. Los mercados financieros están abiertos a todas las empresas, grandes o pequeñas, de sectores convencionales o novedosos.
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En ocasiones, las empresas que se encuentran en pleno proceso de crecimiento no tienen sencillo el acceso a la financiación. Por eso, en BME promovemos distintas iniciativas que buscan ponérselo más fácil. Un ejemplo claro de ello es el Entorno Pre Mercado, que ofrece formación a las compañías que piensan en dar el salto al mercado, para que adquieran los conocimientos y los contactos con potenciales inversores necesarios para unirse a BME Growth, la Bolsa de las pymes, y posteriormente, al mercado principal. Unirse al mercado puede asustar en ocasiones, por las exigencias de regulación y transparencia que implica, pero las ventajas superan con diferencia a esas pequeñas reticencias iniciales. Las startup necesitan financiación y son los mercados financieros los que se la pueden proporcionar de un modo más directo.
Las grandes compañías bursátiles en el mundo nacieron en un garaje o en el aula de una universidad. En sus inicios eran sólo la ambición y el sueño de unos emprendedores. Con el paso de los años esas empresas fueron creciendo y hoy cuentan con capitalizaciones bursátiles muy notables. Si en alguno de los hitos de su crecimiento esas compañías no hubieran contado con el impulso necesario de inversores y, después, accionistas que creyeran en ellas, hoy no existirían. Por eso es tan importante acompañar a las startups desde su creación, incluso desde el momento en el que son sólo una buena idea esbozada en un papel.
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Con la entrada de BME en el grupo SIX, el tercer operador de infraestructuras financieras de Europa, este compromiso con las startups es aún mayor. Se concreta, por ejemplo, a través de F10, la aceleradora de startups de SIX, que ya tiene actividades en Barcelona, Madrid, Valencia y Bilbao.
Apoyo a la sostenibilidad
También la digitalización juega un papel clave en la sostenibilidad, posiblemente, el asunto más trascendental de cuantos nos ocupan en la actualidad. Los mercados financieros promueven desde hace años las finanzas sostenibles con la creación de índices de compañías con mejor desempeño en criterios ASG, la emisión de bonos verdes, sociales y sostenibles o la celebración de foros con inversores y empresas.
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Si el futuro, el presente ya, no puede concebirse sin la digitalización, lo mismo puede afirmarse de la sostenibilidad. Hace años, las inversiones socialmente responsables eran una excepción, un valor añadido. Hoy ya no son la norma, como demuestra el hecho de que las emisiones sostenibles de renta fija son mejor recibidas por el mercado que aquellos que no lo son. La digitalización puede revolucionar la actividad económica y, además, puede hacerlo con un menor impacto medioambiental y un mayor compromiso con la sostenibilidad.
Los próximos días 25, 26 y 27 de junio, tendemos la ocasión de reflexionar sobre el papel de la digitalización en los mercados financieros en la primera edición internacional de Hack & Disrupt!, el primer hackathon de fintech e insurtech, que organizamos desde BME junto a BBF Inntech en Bilbao. Este evento nos servirá también para recordar que Bilbao tiene un enorme potencial para convertirse en un referente internacional en el campo de la digitalización y el emprendimiento. Y aquí ha estado, está y estará siempre BME para apoyarlo.
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