Trabajador extranjero empleado en una plataforma logística del País Vasco. A. G.

Los trabajadores inmigrantes cobran un 34% menos que los autóctonos en Euskadi

Al ocupar los empleos más precarios su salario medio ronda los 21.722 euros brutos al año frente a los 33.087 de los nacionales

Martes, 24 de septiembre 2024, 00:52

Los inmigrantes están ganando peso en el envejecido mercado laboral vasco con cerca de 97.000 cotizantes en la actualidad, un récord histórico. Ellos están ... ocupando los puestos más precarios, aquellos que no quieren los autóctonos, principalmente en sectores como los cuidados, la limpieza o la hostelería, lo que se traduce en unos salarios mucho más bajos. Así, cobran de media 21.722 euros brutos anuales, lo que supone un 34% menos que los 33.087 que reciben los nacionales. Es la brecha que muestra la encuesta de estructura salarial, aunque correspondiente al año 2022, cuyos datos definitivos publicó ayer la Instituto Nacional de Estadística (INE).

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El principal motivo de esta diferencia, que supera los 11.300 euros, está en la segregación ocupacional, es decir, la concentración de los inmigrantes en los sectores peor remunerados. Según los últimos datos de la Seguridad Social, referidos a agosto, el ámbito que cuenta con más trabajadores extranjeros es el de hostelería, con cerca de 18.000 cotizantes en Euskadi. Le siguen el comercio (13.440), la construcción (11.564) y el empleo doméstico (10.974).

El crecimiento en la afiliación de los foráneos ha sido espectacular en los últimos años -han sumado casi 35.000 cotizantes desde 2018- en todas las actividades menos en la última citada, el trabajo doméstico, donde se ha producido un ligera caída de más de 300 afiliadas en el lustro. Esta caída puede tener que ver con la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que ha escalado desde los 736 euros a los 1.134 en el periodo, a lo que se ha sumado el alza de las cotizaciones, encareciendo las contrataciones para estos servicios.

«Los inmigrantes se ocupan de los trabajos más precarios», resume Julia Shershneva, directora de Ikuspegi, el Observatorio Vasco de Inmigración. No obstante, matiza que la estadística del INE divide extranjeros y españoles según la nacionalidad y no en función del país de origen con lo que incluye en la parte de españoles a los nacidos fuera pero que han conseguido la nacionalidad. «Hay que tener en cuenta que suponen en torno al 27% del total, lo que puede suponer cierta distorsión» de la estadística, señala.

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La situación de las mujeres, que se dedican principalmente a los cuidados, es todavía más delicada

Necesidad y sobrecualificación

También explica que, además de ubicarse en las actividades peor pagadas, «los inmigrantes aguantan condiciones muy duras para conseguir los papeles y por la urgencia para mandar dinero a sus países». Otra factor en su contra, añade, son las dificultades para homologar sus estudios, lo que les obliga a aceptar empleos en puestos que no se corresponden a su formación. «La sobrecualificación en este colectivo es muy habitual con lo que no se aprovechan sus conocimientos», apunta Shershneva.

Especialmente difícil es la situación de las mujeres migrantes, «que están muy concentradas en el ámbito de los cuidados», señala Goio Martín, del gabinete técnico de CC OO-Euskadi. De acuerdo con un reciente estudio de Ikuspegi, el 95% de las mujeres venidas de fuera se dedican al sector servicios, mientras que el porcentaje baja al 56% en el caso de los hombres. Eso explica que ellas cobren de media 18.869 euros frente a 23.378 euros de los hombres, aunque el INE advierte de que son datos poco fiables por el tamaño de la muestra.

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«La situación de los inmigrantes es uno de los motivos que justifican nuestra reclamación de que el salario mínimo suba en Euskadi al 1.795 euros», afirma Aitor Murgia, miembro del servicio de Estudios del sindicato ELA.

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