¿Qué son las tierras raras de Ucrania, el tesoro que ya ha conseguido Trump?
El presidente estadounidense considera crucial la producción de estos minerales críticos que actualmente domina China
Se trata de un grupo compuesto por 17 elementos químicos y podrían llegar a ser la clave para alcanzar una propuesta de paz en Ucrania ... después de tres años de guerra. Desde la llegada de Donald Trump al Despacho Oval de la Casa Blanca, las denominadas 'tierras raras' se han convertido en una especie de obsesión para el republicano.
Nada más ser investido propuso a Zelensky, presidente de Ucrania, un intercambio: explotar los minerales estratégicos que posee el suelo ucraniano a cambio de la presencia de los soldados americanos en el territorio para poder protegerse del ejército ruso y mejorar su posición en las negociaciones de paz. «Enviamos a los ucranianos cientos de miles de millones de dólares. Tienen excelentes tierras raras. Necesito garantías, y ellos están dispuestos a dármelas», zanjó. Ucrania parece dispuesta a darle el 'sí quiero'.
Y la presión de Trump sobre la debilitada Ucrania no ha tardado en llegar. Ayer cerraron un acuerdo para crear un fondo de inversión común que permitirá a Washington gestionar la mitad de los beneficios derivados de la explotación de minerales, tierras raras, petróleo y gas que tiene la antigua república soviética.
Aun así, no existen certezas de que el territorio ucraniano albergue una cantidad de tierras raras de las que Trump aspira a obtener un beneficio de «500.000 millones de dólares (476.272 millones de euros)». Eso sí, se conoce que el país situado en el este de Europa tiene depósitos de 22 de los 50 materiales que Estados Unidos ha identificado como críticos. Es particularmente rico en grafito, litio, titanio, berilio y uranio, según el Ministerio de Protección Ambiental y Recursos Naturales de Ucrania.
¿Por qué son tan importantes las tierras raras para Trump? Estos elementos -el escandio, el itrio y los 15 lantánidos-, que comparten similitudes por sus propiedades y que no resultan difíciles de obtener por su rareza sino por su extracción y tratamiento, son materias primas cruciales para el desarrollo de las industrias más importantes del planeta. Por poner varios ejemplos: el europio se usa en las pantallas de móviles para producir colores brillantes o para fabricar componentes de la industria nuclear. El itrio se usa para superconductores y tiene una gran utilidad en la industria de la aviación, y el neodimio se emplea para producir motores de vehículos eléctricos.
Pero el impacto de estos materiales va mucho más allá. Se usan también para el desarrollo de tecnología en la medicina, en la fabricación de semiconductores, en paneles solares e incluso en la industria de defensa. Se estima que un avión de combate americano tiene 400 kilogramos de tierras raras, usadas para la fabricación de sus motores o los radares de la aeronave.
El principal problema para Washington radica en que, actualmente, la producción de las tierras raras está casi monopolizada por su principal rival mundial. China se puso las pilas años antes que el resto, ha logrado sacar ventaja desde hace muchos años y actualmente concentra el 80% de la producción global, según datos del World Mining Data. Al mismo tiempo, el 72% de las importaciones de tierras raras estadounidenses provienen de China. Pero el dominio del gigante asiático en este campo es aún mayor, ya que además de la producción de esos 17 minerales, también produce el 94% del galio, el 86% del wolframio, o del 91% del magnesio a nivel global.
China concentra alrededor del 80% de la producción mundial de tierras raras
El presidente estadounidense es plenamente conocedor de la situación, y no hay más que observar sus últimos movimientos para darse cuenta de ello. Además de la política arancelaria que está provocando verdaderos terremotos en las bolsas mundiales, el republicano anunció su intención de anexionar Groenlandia a su territorio. El deshielo que está sufriendo la isla más grande del mundo -2,17 millones de kilómetros cuadrados- está dejando al descubierto algunos de los yacimientos con mayor potencial de extracción de minerales preciados, lo que dota al terreno de un valor descomunal en la que es posible que se involucren las grandes potencias con el fin de explotarlo al máximo.
Cambio de paradigma
El petróleo y el gas siguen siendo, a día de hoy, las energías que mueven al mundo, y a su vez, Estados Unidos sigue siendo la mayor productora mundial de las mismas. Sin embargo, China parece haber tomado la delantera en la carrera de las materias primas estratégicas.
El dominio del país asiático en este campo se puede constatar en Europa. Actualmente, el 98% de las tierras raras usadas en el continente provienen del país liderado por Xi Jinping. El que ejerció de comisario europeo de Mercado Interior hasta 2024, Thierry Breton, ya advirtió en su momento que «tarde o temprano, las tierras raras serán más importantes que el petróleo y el gas». La propia Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, alertó de que «Europa no puede depender de China para su suministro como ha hecho con Rusia y el gas». Según la Agencia Internacional de la Energía, se espera que la demanda de tierras raras alcance de tres a siete veces los niveles actuales en 2040 y que la de otros minerales críticos, como el litio, se multiplique por 40.
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