Talgo achaca al mal estado de la vía los problemas de su tren Avril entre Madrid y Barcelona
Las incidencias han obligado a Renfe a retirar las cinco unidades del servicio AVLO y el fabricante reclama una «intervención urgente» para «evitar nuevas afecciones»
Talgo ha achacado al «mal estado» de las vías los problemas que han provocado la retirada de los trenes Avril de la línea de alta ... velocidad Madrid-Barcelona. La compañía, además, cree que hay «motivos suficientes» para una «intervención urgente» que correspondería a la empresa pública que gestiona las vías, Adif. Si no, asegura, podrían darse «nuevas afecciones» y «situaciones inseguras».
El mensaje se plantea en un documento interno que la compañía ha enviado a sus directivos y del que se ha hecho eco Europa Press. En las explicaciones se establece «una causalidad entre estas fisuras y el mal estado de la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona».
Estos trenes, conocidos como la serie 106, acumulan varios problemas para la empresa. Así, Renfe ejecutó una sanción de 116 millones de euros a la empresa presidida por Carlos de Palacio por los retrasos en su entrega. Y estas deficiencias han provocado también que Renfe haya tenido que retirar los cinco trenes que cubrían de la línea que conecta Madrid con Barcelona en el servicio de bajo coste de Renfe denominado AVLO.
La situación, con el servicio suspendido, obligó al ministro de Transportes, Óscar Puente, a viajar a Alemania para ver si unos trenes que Siemens mantiene en 'stock' podrían cubrir el servicio. Mientras tanto, el resto de 22 trenes Avril siguen funcionando en el resto de líneas en las que operan.
A la espera de Jainaga
Además, EL CORREO desveló la semana pasada que otro pedido de Renfe a Talgo está pendiente de entregar desde el pasado enero. Es un contrato suscrito en 2021 de «26 cabezas motrices para trenes de alta velocidad de rodadura desplazable». Unos equipos para impulsar 13 composiciones ya en uso, que Talgo debe transformar para crear lo que será la nueva serie 107, con una capacidad de circular a 330 km/h.
La situación evidencia la necesidad de que aterrice en Talgo el consorcio vasco del industrial José Antonio Jainaga, Gobierno vasco y las fundaciones BBK y Vital. La falta de la solución accionarial mantiene a la empresa en un estado de espera. En estas semanas Talgo revisa ya con los bancos el plan de refinanciación de sus 409 millones de deuda. Lo hace después del apoyo de la Sepi con 75 millones -entre compra de acciones y un préstamo participativo- y otros tantos aportados desde el consorcio vasco a través del fondo Ekarpen.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión