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Hace nueve meses que Leo Moreno, el nuevo consejero delegado, aterrizó en Solarpack. La empresa vasca impulsada por José Galíndez y Pablo Burgos logró poner ... en marcha plantas fotovoltaicas con una potencia de 1 GW y atrajo la atención del fondo de inversión sueco, EQT, que la adquirió por 800 millones. Ahora, Moreno pilota un plan de expansión que prevé llegar a los 8GW en 2026 y ampliar la presencia en mercados como el norteamericano introduciendo la eólica, el hidrógeno y el almacenamiento. Leo Moreno viene de dirigir la división de renovables en Estados Unidos de una de las principales energéticas internacionales, AES. Además, presidió la asociación de compañías de energía verde del país norteamericano. Elevará a mil los empleados y la empresa mantendrá la sede en Euskadi asegurando una identidad que también le lleva a bautizar con nombres de montes vascos sus plantas de India o América.
- ¿Cómo ha encontrado la compañía?
- La empresa tiene un histórico fenomenal, una base muy sólida, de mucho éxito y una valoración de mil millones gracias a la labor realizada por Pablo Burgos como consejero delegado y su equipo, que han puesto en marcha 1GW en operación o construcción en plantas fotovoltaicas.
- ¿Se mantendrá la sede en el País Vasco?
- Es un orgullo enorme tener este origen y la sede seguirá aquí. Hay disponibilidad de grandes profesionales y una base de ingeniería muy fuerte. Iremos, además, a un nuevo edificio, en el centro de Bilbao, porque estamos creciendo. Allí seremos 164 personas, pero el conjunto de la compañía pasará de 700 a mil trabajadores en todo el mundo.
- Y con esa base, ¿cómo afrontan el futuro en plena expansión de las renovables?
- Vamos a desarrollar un enfoque hacia los clientes. Apostaremos por soluciones específicas para sus necesidades, ofreciendo un producto customizado. Si necesitan energía 24 horas los siete días de la semana, nos adaptaremos a eso, si son unas horas o momentos determinados, lo diseñaremos así.
- ¿Sólo con fotovoltaica?
- También vamos a transformarnos en una compañía multitecnología, incorporaremos eólica, baterías e hidrógeno verde. Será, y este es el tercer punto de la estrategia, en una expansión muy fuerte. Hoy tenemos 17 GW para poder desarrollar y vamos a multiplicarlo por cinco en 2026. La idea es que la compañía tenga esa potencia, en un 50%, en Europa, España, Italia y Alemania. Entre un 20 y un 30% en Estados Unidos y el resto en Latinoamérica y Asia, donde ya tenemos presencia.
- ¿Qué peso tendrá cada una de las tecnologías?
- El objetivo para 2026 es reducir la fotovoltaica al 50%. Para ofrecer una garantía de suministro sin emisiones se necesita entre un 40 y un 50% de solar, entre un 30 y un 40% de eólica y un 15% de baterías. Ese es el 'mix' perfecto, el que queremos para nuestro 'portfolio'.
- ¿Y el hidrógeno verde lo enfoca más al transporte o a energía para la industria?
- Más al transporte marítimo y camiones. A la carga. En la industria quedan años para que los equipamientos se adapten al consumo de hidrógeno.
- ¿Contemplan la posibilidad de comprar otras compañías para afrontar ese crecimiento? ¿Cómo van a financiarlo?
- Una de las ventajas que tenemos es que tenemos el soporte de uno de los tres fondos de infraestructuras más grande del mundo. Tiene más de 200.000 millones. En un momento en el que la industria tiene más problemas de financiación, nos hace muy competitivos. En cuanto al crecimiento, combinaremos el desarrollo de instalaciones con la búsqueda de compañías que podamos adquirir.
- ¿Es precipitado prescindir del gas en 2050?
- Es muy difícil hacer la transición para no tener plantas de gas. Dan fiabilidad al suministro, pero sí se puede reducir su generación en un 90%. Es posible que haya que mantenerlas a largo plazo bajando su generación casi a cero.
- ¿Cree que la bajada del precio de la energía puede frenar la inversión en renovables o dificultar su financiación?
- No creo que sea un problema porque la demanda en los clientes corporativos, las grandes empresas, es ya más de la mitad. Estas compañías se reparten entre Google, Amazon, Microsoft y Meta. Tienen centros de datos con un alto consumo energético y reclaman energía renovable. Esta demanda es más fuerte que la tendencia de los precios, no veo en esto un problema.
- ¿Y dónde sí?
- En Europa, en la burocracia para tramitar los permisos ambientales. Y, por otro lado, en la falta de estructuras y proyectos para impulsar con decisión el almacenamiento, las baterías. Van a ser determinantes para dar garantía de suministro a la energía renovable. En Estados Unidos esto se ha activado ya, pero en Europa todavía no ha pasado.
- ¿La dependencia tecnológica de China le preocupa?
- En la energía solar es más crítica que en la eólica. China tiene el 95% del mercado mundial del silicio y la celda del módulo fotovoltaico. No hay alternativa, estuvieron 15 años construyendo economías de escala. Pero también tienen una demanda interna fuerte y metas para construir instalaciones gigantescas.
- ¿Cómo responder desde en Europa?
- Yo estaba al frente de la asociación de energías renovables en Estados Unidos cuando se quiso hacer frente a China. Se lanzaron muchas ayudas para fábricas nacionales y se impulsó una política decidida que ha permitido ir creando una estructura. Europa puede hacer lo mismo.
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