La 'regla de las tres P': prudencia, pensar antes de actuar y protección
Los ponentes coinciden en el principio de quea la hora de prevenir los fraudes en la red «el mejor antivirus es uno mismo»
Laura A. Izaguirre
Jueves, 21 de marzo 2024, 00:01
Los datos personales que más interesan a los ciberdelincuentes son los bancarios, hasta el punto de que se estima que nueve de cada diez ataques son de carácter fraudulento y tienen una finalidad lucrativa. Actuar en el ciberespacio permite a los ladrones «correr menos riesgos» y «atacar en el mismo acto a múltiples víctimas a la vez por pequeños importes, lo cual dificulta la detección», observa Peio Belausteguigoitia, Country Manager de BBVA, quien destaca la necesidad de que «autoridades y entidades privadas colaboren para proteger a la sociedad, y esa protección empieza por uno mismo».
En ese principio, el de la autoprotección, incidieron todos los participantes en la mesa de debate. «El mejor antivirus, la principal seguridad antes, durante y después (de un ciberataque), es uno mismo», sentenció Pablo García Bringas, vicedecano de la Universidad de Deusto. A este respecto, el director de Ingeniería de BBVA España, Sergio Salvador, esgrime como norma básica de actuación la «regla de las tres P»: «prudencia» ante los mensajes que «nos suenen raro»; «pensar antes de actuar» (muchos mensaje fraudulentos incitan a la víctima a tomar decisiones de forma urgente, situándole ante circunstancias supuestamente graves que no admiten demora y violentando así sus defensas mentales); y, en tercer lugar, «proteger la información, no comprometer nuestras claves». «El banco nunca, nunca, nunca, te pedirá tus claves por SMS, por teléfono o por cualquier otro medio», insiste en este sentido Peio Belausteguigoitia.
Confianza y seguridad
«La relación de los bancos con los clientes está basada en la confianza, ya que en ellos depositan su dinero, y la confianza es indisociable de la seguridad», argumenta Sergio Salvador. Por eso, «la seguridad es una prioridad absolutamente estratégica» de las entidades financieras, asegura.
Al margen de la concienciación de los clientes, la formación de los empleados, la colaboración con otras entidades y con las autoridades -en julio del pasado año, BBVA, Caixabank y Santander crearon la plataforma FrauDfense para intercambiar información y combatir las estafas-, y la constitución de equipos de ingenieros y expertos en ciberseguridad que controlan la operativa del banco las 24 horas del día, Salvador mencionó varias de las innovaciones tecnológicas puestas en marcha por la entidad para garantizar la seguridad de su aplicación. Entre ellas, la biometría dactilar y facial, el apagado y encendido de las tarjetas, y la introducción de un software en la 'app' que detecta si el dispositivo del cliente está infectado y le avisa.