El Puerto de Bilbao, saturado de mercancías por la huelga del transporte
Si persiste el paro, muchos barcos pueden tener que ser desviados fuera de España ante la imposibilidad de almacenar la mercancía
Cuando está a punto de terminar la primera semana de huelga del transporte por carretera, el Puerto de Bilbao se ve abocado a una situación ... complicada. Durante estos días la descarga de los buques que han llegado se ha realizado con normalidad, pero las expediciones, salvo contadas excepciones, han estado bloqueadas. Como resultado de todo ello, los muelles están llenos de mercancías, apenas hay sitio para albergar algo más y, según fuentes conocedoras de la situación, en el arranque de la próxima semana «el colapso será total».
«No sabemos a dónde -asegura el responsable de una empresa marítima que opera en Bilbao-, pero es más que probable que haya que desviar los barcos a otros lugares. Si el conflicto va a durar poco, los buques pueden fondear unos días en la zona exterior, para esperar el momento propicio para la descarga y la carga. Pero si va para largo, hay que adoptar medidas urgentes».
Unas medidas que tampoco parecen sencillas porque, aclaran fuentes del sector del transporte, la situación es similar en la práctica totalidad de puertos españoles. Y todo apunta a que el conflicto puede ir para largo, a la vista de que la principal reclamación de los transportistas -una rebaja en el precio del combustible- no parece tener solución a corto plazo. El Gobierno de Pedro Sánchez, que no se muestra urgido por las circunstancias, ha anunciado que no adoptará una decisión hasta el próximo 29 de este mes. Y queda por ver si la solución contenta a los camioneros.
Negociación infructuosa
La otra reclamación prioritaria de los transportistas, una subida de tarifas para sus portes, tampoco parece encarrilada. Las negociaciones que se han registrado estos días en el entorno del Puerto de Bilbao, entre los camioneros autónomos y las empresas que manejan la carga, han demostrado que la distancia de las posturas es enorme. Mientras que las compañías se han mostrado dispuestas a aprobar subidas de hasta el 12% en el coste de cada trayecto, desde el colectivo de transportistas se exigen incrementos muy superiores, en torno al 40%.
La saturación de la capacidad de los muelles ha sido un resultado lógico, debido a las consecuencias de la huelga de camioneros. Fuentes portuarias señalaron ayer que aunque el interior del Puerto de Bilbao funciona con aparente normalidad, la entrada y salida de mercancías, no. Así, en los últimos días apenas ha entrado una pequeña cantidad de material por ferrocarril, así como algún transporte frigorífico que los huelguistas han permitido que llegase hasta el muelle de destino sin problemas. Las mismas fuentes indican que la normalidad ha sido prácticamente total en el tránsito de cisternas de productos químicos y también de combustibles.
Medios portuarios destacaron que el conflicto se desarrolla en Bilbao con una relativa calma. Salvo algún acto aislado, como el apedreamiento de un camión el pasado martes que hirió en la cabeza a un transportista, no se han registrado incidentes graves en el acceso a los muelles vizcaínos.
Impacto industrial
Mientras tanto, los problemas en la industria se han incrementado de forma considerable debido a la presión de los huelguistas para que se paralice la totalidad del transporte por carretera. Las dificultades, señalaron ayer portavoces de algunas factorías, no estriban únicamente en la imposibilidad de hacer llegar la producción a los clientes, sino también en el acopio de algunas materias primas que resultan decisivas en sus respectivos procesos de fabricación.
Muchas empresas han comenzado ya a programar paradas de producción para los próximos días debido, precisamente, a la escasez de componentes y productos que les resultan indispensables. Una parte de este desabastecimiento está también ligado al bloqueo de las instalaciones del Puerto de Bilbao.
CAF paraliza dos días parte de su actividad en Beasain
El desmesurado encarecimiento de los costes energéticos llevó ayer al fabricante guipuzcoano de material ferroviario CAF a anunciar una paralización parcial de sus actividades. El parón, que se inició ayer y continuará hoy, afecta a su división de fabricación de ruedas. Fuentes de la compañía han explicado que «las áreas de forja y de tratamiento térmico de las ruedas» son las instalaciones con «mayor consumo energético en la planta de Beasain». Son procesos que requieren calentamiento y que tienen alta dependencia del gas.
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