«La perspectiva de género es obligatoria para proteger tanto a hombres como a mujeres»
Mikel Torres muestra la necesidad de eliminar la desigualdad, «un factor de riesgo» sobre el que aún hay poca conciencia social
I. Bernal
Miércoles, 20 de noviembre 2024
Mikel Torres, vicelehendakari segundo y consejero de Economía, Trabajo y Empleo del Gobierno vasco, arrancaba ayer la presentación del foro sobre perspectiva de género y prevención de riesgos laborales subrayando «la obligación de aplicar este enfoque si queremos garantizar la máxima protección en seguridad y salud laborales tanto a hombres como a mujeres».
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El consejero justificó la necesidad de incorporar la igualdad a nuestra gestión preventiva repasando ante el público asistente al encuentro algunas de las conclusiones del estudio realizado hace casi cinco años por su departamento para la redacción de la Estrategia Vasca de Seguridad y Salud en el Trabajo 2021-26, y del segundo plan para la igualdad de Osalan. En él quedaba constancia de que «la segregación tiene consecuencias en la salud», así como de la persistencia de importantes sesgos en la percepción social de la prevención. «Un tercio de la población opina, por ejemplo, que los trabajos de oficina, comercio y educación apenas tienen riesgos. Además, las mujeres están más alejadas de la seguridad y salud en el trabajo y en general existe poca conciencia de la necesidad de abordar este campo atendiendo a las diferencias de género», aseguró.
«Las conclusiones son claras, pero tenemos que preguntarnos qué significa incorporar perspectiva de género, por qué debemos hacerlo. La respuesta también es muy clara. Significa favorecer la participación de forma representativa de las mujeres en todos los procesos relacionados con la prevención y mejorar el desarrollo de las acciones formativas para toda la plantilla, incluyendo a los servicios de prevención. Esto, además, garantiza que en ellos haya personas con conocimientos para atender las diferencias biológicas y sociales entre hombres y mujeres al evaluar los riesgos de, por ejemplo, factores como la sobrecarga de trabajo compaginada con los cuidados a miembros de la familia o la posibilidad de sufrir violencia machista fuera de la empresa sin olvidar la protección de la salud reproductiva, la prevención del acoso sexual o por razón de sexo, la existencia dentro de la empresa de roles y estereotipos que puedan incrementar los riesgos laborales o la diferente conducta que hombres y mujeres tienen en la vigilancia de la salud y la notificación de los posibles problemas», detalló.
«En Euskadi, afortunadamente, cada vez hay una mayor interrelación entre las políticas de igualdad y las de seguridad y salud en el trabajo y, del mismo modo en que la normativa de prevención se va adecuando para incorporar la perspectiva de género, las leyes y estrategias de igualdad también están incorporando contenidos de seguridad y salud en el trabajo. Sin embargo, es necesaria la colaboración de todos los organismos, agentes sociales y profesionales porque aún queda para que las mujeres dispongan del mismo nivel de protección que sus compañeros», finalizó Torres.
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