Escrivá dice ahora que no derogará este año el factor de sostenibilidad de las pensiones
El ministro señala que sólo hay un compromiso para hacerlo y abre una grieta en un acuerdo ya casi cerrado
Nuevo giro en la reforma de las pensiones cuando el acuerdo se daba casi por cerrado. El factor de sostenibilidad no se derogará en este ... primer paquete de medidas, según afirmó ayer el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, en una entrevista en RNE. Una declaración que inmediatamente provocó sorpresa, desconcierto y enfado entre los sindicatos y abre una grieta en la negociación.
Para CC OO y UGT esta es una cuestión clave y en los últimos meses habían intensificado su ofensiva para que su derogación se introdujera en esta primera fase y no se dejara para el próximo año. Pero cuando daban por hecho que el Gobierno había accedido y que lo habían conseguido, Escrivá indicó ayer que sólo existe el «compromiso firme de derogarlo», como tarde, en la primera parte del año que viene. Pero no habrá una ley que entierre definitivamente este mecanismo de corrección de las pensiones establecido en la reforma del Gobierno del PP en 2013.
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«Es en el segundo paquete, en el cual, acompañado de un nuevo mecanismo de equidad intergeneracional, cuando se deroga formalmente la ley», aseguró Escrivá, quien precisó que «lo que hay en este primer paquete es el compromiso del Gobierno de derogar en un plazo fijo el factor de sostenibilidad sí o sí», aunque «cuándo ocurra esto es otra cosa». Y recordó que hay tiempo para suprimir esta medida teniendo en cuenta que su entrada en vigor se ha aplazado hasta 2023.
El ministro avanzó que en mayo se han superado los 200.000 nuevos cotizantes a la Seguridad Social
El ministro quiere que la derogación se haga al tiempo que se apruebe uno nuevo que lo sustituya y su diseño «no está lo suficientemente pergeñado para proponerlo a los agentes sociales», argumentó. Pero no opinan igual los sindicatos. Para ellos la derogación es una exigencia sin la cual no firmarían, tal y como han dicho en numerosas ocasiones. A UGT no le sentó nada bien este juego de última hora del ministro: se lo hicieron saber y confían en que «rectifique» porque «este no es el acuerdo al que habíamos llegado». «Para nosotros la derogación de la reforma de 2013 conlleva de manera inmediata tanto la derogación del IRP como del factor de sostenibilidad, así como un año para negociar uno nuevo», explicaron fuentes del sindicato a este periódico. Por su parte, CC OO reunirá a su ejecutiva para decidir qué hacer. En principio, su idea era apoyarlo, pero su respaldo peligra ahora con la redacción que se da al factor de sostenibilidad.
Desde la patronal CEOE advierten de que a día de hoy no puede decirse que haya un «preacuerdo ni principio de acuerdo», y ven difícil alcanzarlo a lo largo de esta semana porque antes han de analizar minuciosamente el borrador de texto normativo que les envió el ministerio el pasado fin de semana, ya que «una coma puede cambiarlo todo», precisaron.
Compromiso con Bruselas
En este sentido, el ministro evitó hablar, como otras veces, de un «acuerdo inminente» o «en cuestión de días» y señaló que se está «afinando» el texto normativo de la reforma con los agentes sociales. Pero sí les lanzó una advertencia: «Ellos saben que la reforma tiene que estar aprobada y publicada en el Boletín Oficial del Estado este mismo año porque es un compromiso asumido por el Gobierno con Bruselas. Y los plazos van muy justos». En todo caso, confía en que llegue al Congreso a lo largo del mes de julio, que podría declararse hábil. Escrivá avanzó que no se tramitará como proyecto de ley sino como ley, por lo que antes de aprobarse por el Consejo de Ministros ha de pasar por el Parlamento y seguir una serie de trámites.
Mientras, desde la otra cara del mercado laboral llegan buenas noticias. «Superaremos con toda seguridad los 200.000 afiliados en mayo», adelantó ayer el ministro. Además, casi 100.000 trabajadores que estaban en ERTE se han reincorporado, lo que supone que desde el máximo alcanzado en enero ya han vuelto a la actividad en España un millón de personas.
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