Cómo calcular la pensión de jubilación en 2020

Las incertidumbres que acechan al sistema público de pensiones obligan a calcular a cuánto cobraremos una vez jubilados mucho antes de llegar a ese momento. Echar cuentas hoy nos servirá para comprobar cómo disminuirán entonces nuestros ingresos y, sobre todo, para planificar cómo ahorrar para intentar mantener nuestro actual nivel de vida.

El cálculo depende únicamente de dos factores: los años cotizados y la base reguladora.

Empecemos por el primero: el tiempo que se ha cotizado. La legislación establece un período mínimo de cotización para poder tener derecho a una pensión pública, un período que la normativa aprobada en 2013 está elevando progresivamente a razón de un trimestre por año.

Así, para quienes se jubilen este año ha quedado establecido en 37 años, pero el umbral se incrementará hasta situarse en 2027 en los 38 años y seis meses. Por tanto, este año se podrán jubilar a los 65 años quienes ya cuenten con 37 de cotización. Si no se ha cotizado tanto habrá que esperar a tener 65 años y diez meses para solicitar el retiro.

El segundo factor, la base reguladora, se refiere a la cantidad que durante nuestra vida activa hemos aportado a la Seguridad Social. Es decir, esa retención del salario bruto que nuestra empresa ha pagado en nuestro nombre cada mes.

En realidad, no se tiene en cuanta toda la vida laboral del pensionista; sólo los últimos años. El antiguo régimen sólo se tenía lo aportado durante los quince años previos a la jubilación. Esto favorecía, por ejemplo, que muchos autónomos, que pueden escoger cuánto pagan cada mes a la Seguridad Social, cotizaran lo mínimo posible hasta los 50 años para, a partir de ese momento, incrementar los pagos y así mejorar la base de cotización sobre la que calcularía su pensión a los 65.

El cambio de regulación de 2013 también alteró este factor del cálculo y lo está elevando progresivamente (doce meses cada año) con el objetivo de contabilizar a partir de 2022 lo aportado durante los últimos 25 años de trabajo. Para este año, son computables los últimos 23 años de actividad profesional. Es decir, los 276 meses previos al retiro.

Una vez establecidos los meses computables, la base reguladora se determinará sumando las últimas 276 bases de cotización (remuneración mensual bruta, incluyendo las pagas extra prorrateadas) y dividiendo el resultado entre 322. Este divisor no es arbitrario; es la suma de las 276 pagas ordinarias recibidas durante 23 años más las 46 extraordinarias percibidas durante el mismo período.

Dado lo abrumador que puede resultar realizar este cómputo, especialmente si en algún momento se ha cambiado de empresa o incluso de régimen, la propia Seguridad Social ofrece en un web una herramienta para hacer nuestra previsión.