La patronal vasca desborda optimismo y cree que 2019 terminará con una tasa de paro del 7,5%

Aunque los análisis sobre la coyuntura económica y las previsiones para el próximo año están llenos de incertidumbres y algunos analistas no dudan en anticipar la senda de aterrizaje sobre una nueva recesión, la patronal vasca Confebask se ha instalado en el lado diametralmente opuesto. En opinión de sus máximos responsables, aunque confirman que habrá una ligera desaceleración en 2019, el crecimiento todavía será vigoroso y se contabilizarán 14.000 nuevas afiliaciones a la Seguridad Social. Con ello, la tasa de desempleo a finales del próximo ejercicio –siempre según las estimaciones de la organización empresarial- caerá en Euskadi hasta el 7,5%. Una tasa que no se registraba desde 2008, el año en que comenzaron a ser evidentes los rigores de la crisis económica, al tiempo que también destacan que 2019 terminará con una cifra de ocupados en el entorno de los 976.000, lo que supone alcanzar la que existía en el momento de máxima actividad económica de la pasada década. Según los últimos datos facilitados por el Instituto Vasco de Estadística, Eustat, la tasa de paro en Euskadi descendió hasta el 9,5% en el tercer trimestre de este año. Confebask cree que en el último trimestre bajará hasta el 9,2%.

El presidente de la patronal vasca, Roberto Larrañaga, ha justificado esta optimista proyección para el próximo año en base a «los datos de coyuntura y también las encuestas realizadas entre las empresas». Un colectivo que no elude la existencia de grandes interrogantes –el impacto que tendrá el Brexit, la desaceleración de la demanda en Europa o la política proteccionista de Estados Unidos- pero que confía en mantener niveles de actividad similares a los de 2018 e incluso incrementarlos.

En el capítulo salarial, el director general de Confebask, Eduardo Aréchaga, ha destacado que el incremento medio en los convenios que se han firmado este año en el País Vasco ha sido del 2,14% y si se tienen en cuenta todos lo que tenían vigencia en el presente ejercicio, el alza se situaría en el 1,79%. En la misma línea han recordado que el 'Sociómetro' del Gobierno vasco revela que el 66% de los ciudadanos ya califican la situación económica de Euskadi como «buena o muy buena» lo que, en su opinión, «significa que las consecuencias de la mejoría que se ha producido en los últimos años ya es apreciable en la economía real, en la percepción de los ciudadanos».

Por su parte, Larrañaga ha descartado que el aumento del salario mínimo hasta los 900 euros mensuales vaya a ocasionar un deterioro del mercado laboral en el País Vasco, aunque ha apuntado que será necesario observar lo que sucede en algunas actividades del sector de servicios, en los que este tipo de remuneración tiene mayor incidencia. También ha eludido valorar las últimas medidas anunciadas por el Gobierno de Pedro Sánchez –entre ellas la contrarreforma laboral o la penalización de los contratos temporales de duración inferior a cinco días- porque, ha dicho, «tenemos muchos anuncios pero pocas medidas concretas. Lo mismo sucede con el aumento de las bases de cotización a la Seguridad Social, sobre lo que hemos tenido ya tres opciones distintas y ninguna parece concretarse». En torno a los contratos de menos de cinco días, Eduardo Aréchaga ha matizado que «está bien luchar contra el abuso, pero en algunos casos pueden estar justificados. Así, ha nombrado el refuerzo de plantillas de algunos sectores en los puentes festivos o en determinadas campañas de fuerte incremento de ventas del comercio. «Además –ha añadido- buena parte de esos contratos los hace la propia Administración para cubrir bajas».

El director general de Confebask sí ha criticado el hecho de que desde la Administración se considere «a la empresa como un lugar del que sacar dinero para los presupuestos públicos, cuando en realidad es el punto donde se produce la generación de empleo».