«Pagar más no basta para atraer talento, hay que mejorar las condiciones laborales»
Defiende que la patronal y los sindicatos se sienten a hablar «de todo» y pide que se ponga en valor la «alta cualificación» que tienen los jóvenes vascos
Sergio Llamas
Domingo, 10 de agosto 2025, 00:46
Las cifras de empleo marchan bien en Euskadi, pero las amenazas se adivinan en un futuro marcado por la incertidumbre, una industria sobre la que ... planean los ERTE, una brecha entre patronal y sindicatos sobre el salario mínimo, y una falta de talento que pone en jaque la economía vasca. A la directora de Empleo en el Ejecutivo autonómico, Arantza Martínez Tobalina, le toca navegar estos mares.
- Van ya diez meses seguidos con mejoras de empleo anuales, pero los veranos arrastran caídas de empleo. ¿Por qué esta flaqueza?
- Euskadi no está tan ligada al turismo como otras comunidades autónomas y se nota más la caída de sectores como la educación.
- ¿También en la hostelería?
- Es otro fenómeno diferente. Aunque hay grandes franquicias, aquí a los locales hosteleros más pequeños el turismo no les anima a mantener levantada la persiana durante estos meses. Pero es importante valorar el incremento de la contratación indefinida que se da en el sector.
- Hay casi 25.000 jóvenes demandantes de empleo. ¿Qué hace falta para su inserción?
- Ese es un elemento clave porque tenemos una población joven con los mayores niveles de cualificación que existen. Lo que ocurre es que las ofertas de empleo requieren unos niveles de experiencia que todavía no han podido alcanzar. Pasa igual con los muy mayores. Quieren sólo esos tramos intermedios que aúnan cualificación y experiencia.
- ¿Y cómo cambiarlo?
- Hay una gran cantidad de recursos disponibles, desde contratos en prácticas, contratos formativos o incentivos a la contratación para quienes tienen su primera oportunidad de empleo. Pero las empresas siguen sin contratarles. Creo que tenemos que empezar a mirárnoslo todos.
- En el último año han crecido un 25% las personas con contrato fijo discontinuo que están inactivas en este periodo. ¿Oculta esto un grupo de parados?
- No se sabe muy bien. Por un lado este sector agrupa a los trabajadores de la educación, que entran en periodo de inactividad, pero esta figura está creciendo en sustitución de los contratos de obra y servicio que había antes. Inspección de Trabajo está desarrollando una labor muy importante para aflorar posibles casos de fraude en estos contratos.
- ¿De qué forma?
- Estos contratos requieren periodos de actividad e inactividad, normalmente ligados a periodos estacionales, pero también podrían utilizarse como un fijo discontinuo de 11 meses. Esto, a priori, resulta sospechoso.
- La industria mantiene el tipo en el empleo, pero los sindicatos alertan sobre cómo los aranceles pueden derivar en ERE.
- Tenemos un tejido industrial muy potente que se ha visto amenazado por diferentes crisis de las que ha sabido salir de forma muy digna. Parece que puede haber un periodo de contención, como es lógico y normal, pero desde el Gobierno vasco se adoptarán todas las medidas que sean necesarias para proteger el motor económico de Euskadi.
- Crece el empleo, pero lo hace en sectores no asociados a las mejores condiciones. ¿Cómo se protegerá la calidad del mismo?
- Eso es algo que va a afrontar la Estrategia Vasca de Empleo 2030, que acabamos de actualizar. Es el elemento clave de la consejería para esta legislatura. En un momento de reto demográfico en el que es vital no solo atraer, sino mantener y fidelizar el talento, la calidad del empleo tiene que ser el hecho diferencial en Euskadi. Para ello vamos a estar absolutamente vigilantes en el cumplimiento de todas las normas en materia de contratación.
- ¿Si las empresas pagaran más no tendrían los problemas que critican para atraer talento?
- No se trata solo de pagar más, se trata de mejorar las condiciones laborales. Lo que exige hoy la gente no tienen nada que ver con lo que pedía hace 30 años. La población ha cambiado, sobre todo tras la pandemia, y además de estabilidad quiere poder desarrollar un proyecto vital más allá del trabajo. Se valora la flexibilidad, la conciliación, y entre los jóvenes también la visión de la empresa y hasta la ética de ésta.
- ¿Ahora no ofrecen las condiciones adecuadas?
- Antes el que acudía a trabajar tenía que convencer a la empresa para que le contratase, pero actualmente estamos en una situación diferente, sobre todo para aquellas que buscan determinados perfiles y que tienen que convencer a las personas para que apueste por ellas. Creo que las empresas empiezan a darse cuenta de que ha habido un cambio de chip y tienen que adaptarse.
5% de paro
- ¿Se mantiene el objetivo de un 5% de paro en esta legislatura?
- No es un objetivo idílico. Es perfectamente factible, de hecho Gipuzkoa ya anda por ahí. Aunque habrá que ver hacia donde va la coyuntura económica, desde luego seguimos trabajando en ello.
- Crece el peso de la inmigración, pero aún no compensa la pérdida de la mano de obra. ¿Ayudará a equilibrarlo la transferencia de competencias?
- Esperemos que sí, aunque todavía es algo muy incipiente. Empieza a poner las bases y con el trabajo que veníamos haciendo ya hemos ido insertando laboral y socialmente a personas que estaban en situación irregular.
- Patronal y sindicatos parecen distanciadas por el SMI, la reducción de jornadas o el absentismo. ¿Falla la interlocución?
- Sí, y es un problema serio. Es importante que la patronal y los sindicatos se sienten a hablar de todo. Al final el gobierno lo único que puede hacer es impulsar el diálogo, pero ellos tienen la autonomía y tienen que tomar la última decisión.
- ¿Confiaban en que el estudio sobre el SMI vasco de convenio rompiera el bloqueo?
- El estudio refleja circunstancias y marca una horquilla de lo que podía ser ese salario, pero la autonomía de las partes en la negociación colectiva es sagrada y el Gobierno vasco no entraría en un ámbito que no le corresponde. Lo que queremos es facilitarles los medios para que la interlocución se pueda producir.
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