Los nuevos tributos como la tasa Tobin o el plástico dejarán más de 100 millones en las diputaciones
A la espera de la reforma fiscal, han comenzado a gravarse las operaciones 'online', las transacciones financieras y el uso de envases no reciclables
La falta de tiempo y la complejidad de las mayorías en las Juntas Generales -en Álava y Gipuzkoa, el PNV y el PSE requieren del ... apoyo de al menos dos junteros de la oposición para la mayoría absoluta- han retrasado la reforma fiscal pendiente en Euskadi desde 2020 al año que viene. Pero no es incompatible con la actualización de los nuevos impuestos como el que grava el uso de plástico, el de las transacciones financieras -conocido como tasa Tobin- o el de las operaciones 'online' -tasa Google-. Son tres figuras que derivan de la regulación de la Agencia Tributaria del Estado, pero que se aplican en Euskadi y generarán este año unos ingresos de más de 100 millones de euros. Una cantidad que no es baladí, ya que equivale al 16% del presupuesto de gestión propia con el que cuenta, por ejemplo, la Diputación de Álava.
Hasta el mes de agosto, estos impuestos han reportado ya 70 millones que aparecen como partidas nuevas en la comparativa con la recaudación del año pasado. Las cifras, eso sí, son bastante inferiores a lo que se calculó cuando se transfirieron en la Comisión Mixta del Concierto. Y es que se estimaron en 222 millones de euros solamente para las tasas Tobin y Google.
Hasta este momento, con 50,6 millones de euros, el más cuantioso es el de las operaciones financieras. El impuesto establece un gravamen del 0,2% en toda compra de acciones de una empresa que tenga una capitalización bursátil por encima de los 1.000 millones. En el caso de las compañías cotizadas vascas, afecta a casi la mitad de ellas: Iberdrola, BBVA, Vidrala, CiE Automotive, Gestamp y Faes Farma. Los responsables de retener estos importes serán los corredores de bolsa o los servicios de renta variable de los bancos que son quienes pagan a Hacienda, tras el correspondiente cargo al cliente.
El siguiente impuesto en importancia es la tasa Google, el modo en que se ha dado en denominar el gravamen a los servicios digitales y el IVA electrónico. En total ha reportado a las haciendas forales en lo que llevamos de año 8,2 millones en una gestión de las más complejas por la dificultad de ubicar geográficamente a efectos fiscales estas operaciones.
La compra de acciones de compañías cotizadas genera 50,6 millones de ingresos en las haciendas vascas
Fiscalidad verde
En el caso del plástico su entrada en vigor antes de verano ha llevado a las haciendas vascas a contabilizar la compra o fabricación de envases de un solo uso por empresas en un volumen de 14 millones de kilos, lo que les ha reportado unos ingresos de 6,13 millones de euros. Es el resultado de pagar la tasa de 0,45 euros por cada kilo adquirido o producido en este material y que debe quedar recogido en un cuaderno de contabilidad que las compañías han tenido que habilitar este año.
El último de los nuevos impuesto activados contempla una tasa por dejar residuos en los vertederos. Una figura que impulsó el Gobierno central y con la que pretende terminar con el 'turismo de la basura'. Un fenómeno por el que las empresas trasladaban sus vertidos a las autonomías en las que era más barato el depósito de los desechos. Y es que algunas comunidades habían fijado un recargo por este uso, mientras otras no. Se trata, además, de implantar el principio de que 'quien contamina, paga'.
El impuesto consta de un pago por cada kilo de material depositado en los vertederos. Hasta el momento, las haciendas vascas han recaudado por este concepto un total de 6,1 millones de euros hasta agosto. En Euskadi, dada la saturación de los vertederos, es una cuestión de especial importancia.
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