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Navacel, ya en manos de Amper -la cotizada dedicada históricamente al sector de defensa-, afronta una fase de crecimiento en sus instalaciones de la Ría ... de Bilbao para aprovechar el tirón de la energía eólica marina. Así lo explica a EL CORREO el consejero delegado de Amper, Enrique López, al asegurar que «la inversión para la ampliación de las parcelas adyacentes, que tiene la empresa en el muelle de Axpe (Erandio), «ascenderá a 20 millones y debe estar disponible para finales de 2026».
En una entrevista concedida a este periódico, López reitera que la apuesta por Navacel «tiene un carácter industrial» y recuerda que la filosofía de Amper es la de «adquirir con vocación de permanencia». «No hacemos inversiones -explica- con la única perspectiva de obtener plusvalías, sino para desarrollar un proyecto industrial». La empresa adquirió la firma vizcaína por 23,8 millones el pasado mes de diciembre.
La compañía vasca, impulsada por la familia Celorio y dirigida por Emilio Tatay, se dedica a la construcción de plataformas para la eólica marina y el sector del gas. Su posicionamiento en los componentes de los aerogeneradores 'offshore' son el resultado de una apuesta que la ha colocado en ese mercado pujante y que llamó la atención de Amper. La cotizada, como explica López, «está inmersa en un plan estratégico que pasa por la transformación de su negocio para centrarse en dos mercados: el de defensa y seguridad; y el de la energía y la sostenibilidad, en la eólica marina y en el almacenamiento».
En ese contexto, Navacel «tiene una producción que nos complementa en las tareas que realizamos con Navantia -relata el primer ejecutivo- porque pueden realizar otro tipo de estructuras, tiene personal muy capacitado y, además, muy buenas instalaciones en la Ría con salida al mar».
Amper lleva dos años deshaciéndose de activos para financiar su reorganización. Un ordenamiento que tiene ya enfocado en el área de energía. Además de las instalaciones en Euskadi, cuenta con las gallegas de Somozas, donde compró las que fueron de Siemens Gamesa. Allí fabrica componentes como los 'jackets' -estructuras para fondos marinos de 30 metros- que se complementan con los de Navacel. También cuenta en Ferrol con 70 hectáreas para fabricación 'offshore'. El negocio energético se completa con la adquisición del 100% de Elinsa, una filial dedicada a la fabricación de sistemas de grandes baterías.
La compañía se centrará en 2025 y 2026 en el área de defensa, en las telecomunicaciones, que es su origen. Enrique López explica que «la previsión es hacer cinco o seis operaciones». Se buscan compañías con alto valor añadido y capacidad de despliegue de «redes privadas dentro de redes públicas y en el mundo de la electrónica y las comunicaciones». «La llegada de Trump a la Casa Blanca reforzará la inversión en la OTAN. Una idea que ya planteó la Administración Obama -recuerda López-, así que se van a acelerar este tipo de inversiones». El objetivo de Amper, en total, es duplicar y llegar a 870 millones en ventas en 2026, de los que el 55% sea energía y el resto, defensa.
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