Las mujeres apenas ocupan el 18% de los puestos en la industria vasca

La presidenta del FVEM ha recordado que «vivimos en tiempos convulsos, con modelos de liderazgo internacionales que menoscaban los derechos de las mujeres». «Sigue habiendo pensamientos sesgados. Según una encuesta, un 44% de los hombres cree que el feminismo ha llegado demasiado lejos», ha alertado. Todo a pesar de que, al ritmo actual, se tardarán 134 años en conseguir una verdadera paridad general. «Es decir, todavía harían falta cinco generaciones», se ha dolido.

Más allá de seguir impulsando los programas educativos y las iniciativas institucionales, la diputada de Empleo, Cohesión Social e Igualdad de Bizkaia, Teresa Laespada, también ha animado a los padres y madres a que se sumerjan en esta tarea, visiten las empresas y acerquen a sus hijas al mundo industrial y a la formación en FP, dos ámbitos de los que las jóvenes parecen seguir a día de hoy mayoritariamente separadas. «Desde los propios juegos a los que acceden las niñas se las acaba empujando al mundo de los cuidados», se ha dolido citando como ejemplo videojuegos de cuidar una mascota o gestionar una casa, «mientras a los niños se les mueve hacia el combate y la competitividad», ha lamentado. Una práctica que surje, a menudo, del falso paradigma de que las empresas manufactureras siguen siendo lugares «menos limpios» o que demandan una mayor fuerza física, «cuando el trabajo en una residencia, por poner un ejemplo, obliga a menudo a levantar muchos más pesos y puden suponer una labor más sucia», ha comparado.

La diputada ha recordado además que vienen «tiempos tensionados, muy tensionados, porque de aquí a diez años se van a jubilar 366.000 personas en Euskadi mientras que el remplazo generacional apenas llega a las 194.000 personas». Una realidad fruto del baby boom que podría derivar, como ha advertido en un «proceso de japonización» en Euskadi, con una población muy envejecida que no cubre la oferta de empleo.

El encuentro ha contado con una mesa redonda llamada 'Abriendo mercados' en la que han participado las directoras comerciales de cuatro industrias emblemáticas vascas. Ana Isabel Portilla, de GHI Hornos Industriales; Jone Mansoa, de Sidenor; Noemí Pérez, de P4Q Electronics; y Rosa Aizpitarte, de CEMVISA, han relatado su acceso a la industria, su visión sobre los retos que todavía tienen que enfrentar y las ventajas que su presencia añade al sector. «Hace falta aportar más referentes a las jóvenes y a las niñas. Tienen que saber que hay otras opciones a parte de ser médicos o profesores», ha razonado Portilla, que ha pedido «dar más visibilidad a la industria».

Las cuatro directivas han coincidido en que la entrada de las mujeres ha permitido aportar a las empresas mayores valores de flexibilidad, mirada empática, resilencia y una mayor capacidad colaborativa, que ha sabido generar una mejor labor de equipo. Un estudio realizado desde el Grupo Spri sobre 500 empresas habría demostrado ya, como se ha destacado en el foro,que aquellos centros con mayor paridad se han demostrado más competitivos en materia de facturación, empleo e internacionalización.

Aunque con muchas diferencias, las cuatro han seguido itinerarios similares -Aizpitarte es la única que procede de la formación empresarial, mientras que el resto se formaron en ingeniería- y se han enfrentado a situaciones parecidas, en las que la presencia de una delgación de mujeres seguía resultando llamativa en las reuniones profesionales. «Es algo que todavía sorprende. Sigue siendo un sector muy masculinizado», ha recordado Mansoa. Para Aizpitarte se trata de un tema «cultural», en el que se viene avanzando. De hecho lo compara con otros cambios vividos en la sociedad, como que cada vez se vean más bicicletas en las calles. «Pronto ya no será tan raro ver en el cartel de una marquesina de autobús a una mujer con un casco en la cabeza, en lugar de con un bikini», ha incidido con sorna.