Los médicos que quieren retener el control del IMQ ofrecen más dinero que Adeslas

El elemento estrella de la junta de accionistas será la oferta que ha presentado SegurCaixa Adeslas, que se compromete a pagar 255.000 euros por cada paquete de 1.000 acciones a los médicos que deseen abandonar la sociedad, además de establecer límites para que la gestión sea compartida y por consenso porque su compromiso es no superar el 50% de la aseguradora. Las voces críticas con la operación, capitalizadas por la asociación Ademi, permiten apreciar que la batalla entre los accionistas puede aumentar de intensidad. Ademi ha asegurado que ellos están dispuestos a pagar más: 260.000 euros por cada paquete de acciones. El pago se realizaría con recursos del propio IMQ, aunque también han admitido que buscarían un socio externo. ¿Quién da más? El bazar se ha abierto de par en par. El movimiento iniciado hace ahora dos años por la asociación PAI, los accionistas que querían vender, ha provocado en sí mismo una revalorización extraordinaria de la compañía.

El consejo de administración de la sociedad tiene que valorar en esa reunión de la próxima semana si acepta la propuesta de Adeslas -todo indica que sí, aunque deberá ser perfeccionada en el futuro para matizar los acuerdos entre accionistas-, para someterla a la consideración de la junta. El mandato que recibió el consejo fue trazar una estrategia que permita dar salida a los accionistas que quieran vender, priorizando primero las compras por parte de la propia compañía, para recurrir en último lugar a un socio externo.

Según ha podido saber EL CORREO, si los accionistas respaldan la propuesta del consejo se abrirá un periodo para evaluar la situación real. Esto es, pedir a los médicos que están dispuestos a vender de forma inmediata sus acciones que se identifiquen, ahora que ya se conoce el precio y las condiciones. La asociación que se opone a ceder el control de IMQ, Ademi, ha sostenido de forma reiterada que no son muchos, frente a la tesis defendida por la PAI, la agrupación que inició este movimiento para poder desprenderse de las acciones, que apunta a cifras mucho más elevadas. El consejo quiere que sea la propia sociedad quien absorba las primeras compras para reducir la dependencia de un socio externo, aunque en el caso de que se rebase determinado nivel será cuando entre en juego la propuesta hecha por Adeslas. Fijar ese umbral también es una tarea pendiente y que se clarificará en los próximos días.

La oferta de Adeslas -que ya controla el 45% de la filial de seguros de IMQ- ha resultado «extraordinariamente tentadora», según fuentes del accionariado, teniendo en cuenta que hasta ahora el denominado 'valor razonable' estaba fijado en 172.000 euros y que cuando arrancó el conflicto, a principios de 2019, se pagaban 60.000 euros por cada paquete de 1.000 acciones. La propuesta de Adeslas supone valorar la Sociedad de Médicos, la firma de cartera que utilizan los accionistas como cabecera del holding, en casi 300 millones de euros, una cifra que no se había manejado hasta ahora ni en las valoraciones más optimistas, que rondaban los 280 millones.

Pese a ello, la asociación Ademi hizo público ayer un comunicado en el que asegura que su valoración para cada paquete de acciones se sitúa en 260.000 euros -es la primera vez que hacen referencia a esta cifra, en lo que ya se intuye como un auténtico regateo comercial-, al tiempo que reiteraron su llamamiento a los médicos para que no vendan y retengan sus acciones «porque valdrán más en el futuro».

Ademi, que ha reconocido haber mantenido reuniones con Adeslas, también criticó que la empresa que ha lanzado la oferta no haya dado a conocer primero su propuesta a los socios a través de la junta de accionistas. E insistió, como ya había avanzado a este periódico en la tarde del jueves, en que es necesario analizar los detalles. «Si como consecuencia de la letra pequeña los médicos perdemos el control de la aseguradora, los accionistas, si les vendemos, entregaríamos la compañía a Adeslas por un importe ridículo», apuntaron.