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Los cofundadores de Robopedics Iván Martínez, Dionís Guzmán y Marc Serra.
B-Venture

El invento que cambiará la vida a los supervivientes de un ictus que han perdido la función motora

La 'startup' Robopedics podrá el año que viene a la venta un exoesqueleto pensado para quienes sólo tienen paralizado un lado del cuerpo

Iratxe Bernal

Viernes, 26 de septiembre 2025, 00:50

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Según la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física, un tercio de las personas que sobrevive a un ictus pierde la función motora. Ese fue el caso del padre de Iván Martínez. «Salió del hospital en silla de ruedas, con una parte del cuerpo totalmente paralizada y sin ninguna posibilidad de recuperación. De la noche a la mañana se había convertido en dependiente», explica. Aquel cambio tan brusco en la calidad de vida de su progenitor le llevó a desempolvar su formación como ingeniero industrial y buscar una alternativa doméstica –léase económica y ligera– a los exoesqueletos que algunos centros sanitarios ya emplean en tratamientos de rehabilitación neurológica y musculoesquelética. El resultado es un dispositivo que, aunando mecánica, electrónica e informática, permite mover la pierna paralizada y que Robopedics, la 'startup' creada por Martínez para su desarrollo y comercialización, espera sacar al mercado dentro de aproximadamente un año.

Robopedics

Robopedics
  • Exoesqueletos para personas que únicamente tienen paralizada una parte del cuerpo

«Es algo que nace vinculado a unas necesidades muy concretas a las que no respondían los exoesqueletos. Porque al margen de su disponibilidad y precio, actualmente tienen otro inconveniente; están pensados para personas con lesiones modulares –que no pueden utilizar ninguna de las piernas– y que sólo lo emplean durante las sesiones de rehabilitación, por lo que siempre hay personal sanitario con ellos. Yo, en cambio, quería algo que se pudiera llevar de continuo, tanto para moverte por casa como para bajar a la calle a dar un paseo, y necesitaba que, además de fácil de usar, fuera muy ligero porque quien iba ayudar a mi padre a colocárselo era mi madre, de 75 años», señala.

Cuatro años de pruebas

Tras cuatro años en los que sólo contó con el apoyo de los especialistas que atendían a su aita en la Fundación Hospitalarias Euskadi de Mondragón (antes, Aita Menni), de «acudir a congresos, gastar mucho en electrónica que después no valía para nada y hacer probar a mi padre varios prototipos», por fin dio con lo que hoy es el producto final; dos dispositivos, uno en el muslo y otro en la pantorrilla, que se valen de la mecánica para ayudar al usuario, primero, a mover la pierna paralizada y, después, a ejercer la fuerza necesaria para que sirva de apoyo a la otra cuando vayamos a dar un paso. «Los motores y la electrónica son sólo una parte del desarrollo. Además, hay un 'software' y un sistema de control programable desde el bastón que hace que la pierna en la que se coloca el dispositivo se 'entienda' con la otra. Es decir, que se ajusta al ritmo con que anda cada persona», explica Martínez. Por desgracia, su padre ya no pudo valorar este modelo definitivo. «Eso fue muy cruel. Lo terminé durante el confinamiento, y como yo vivía en Barcelona y él aquí, ya no tuvimos ocasión de probarlo juntos», lamenta.

B-Venture

B-Venture
  • ¿Qué es? Punto de encuentro entre 'startups', inversores, empresas y figuras relevantes del ecosistema emprendedor.

  • ¿Dónde y cuándo? Palacio Euskalduna, 20 y 21 de octubre.

  • Impulsa. EL CORREO

  • Patrocinan. Departamento de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad del Gobierno vasco, la agencia de desarrollo SPRI, la Diputación foral de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao.

  • Colaboran. BStartup de Banco Sabadell, Fundación BBK, Laboral Kutxa, CaixaBank, Banco Santander y la Universidad de Deusto.

  • Inscripciones. www.b-venture.com

Tras el fallecimiento, conoció a los que hoy son sus socios, Dionís Guzmán y Marc Serra, a los que la situación también les resultaba familiar y con los que terminó de convencerse de lograr la certificación como producto sanitario y lanzar su desarrollo al mercado. «Teníamos, además, perfiles muy complementarios porque ellos son expertos en márketing y desarrollo de negocio. Sólo nos faltaba cubrir la parte médica, en lo que al final nos han brindado su apoyo las doctoras Esther Duarte y Conxita Closa, jefas de los departamentos de rehabilitación de Hospital del Mar y el Clínic, respectivamente».

La idea es salir al mercado ya el año que viene con un precio de venta cercano a los 18.000 euros. «Sabemos que es mucho, por eso tenemos un acuerdo con un banco para que se pueda pagar mensualmente, y, además, cuando demostremos que ahorra dinero al sistema de salud, esperamos entrar en el sistema de copago», explica el fundador de Robopedics, una de las 25 'startups' que participarán en la próxima edición de B-Venture.

Según su plan inicial, esa venta se haría en primera instancia 'online'. «En función del grado de dependencia, no es apto para todos los posibles compradores, así que lo primero que haremos es pedirles que respondan a un cuestionario a través de nuestra web. Si vemos que su estado les va a permitir usarlo se lo enviaremos a uno de los centros de la red que Corporación Fisiogestión tiene por toda España», explica. Allí, personal formado va a comprobar que, efectivamente, el dispositivo se ajusta a sus necesidades y tras probarlo –y entrenar con él– lo van a programar para adecuarlo a la marcha de cada persona. Esa adecuación sólo van a poder hacerla ellos, de manera que al usuario nunca se le va a desconfigurar ni va a tener que preocuparse por nada técnico. Sólo necesita saber que va a poder levantarse y andar de nuevo por sí mismo.

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