La fiebre por invertir en letras del Tesoro llega a Bilbao
El interés de los inversores por la deuda del Estado, ante la falta de remuneración de las entidades comerciales, provoca colas en la sucursal del Banco de España
Sergio Llamas
Jueves, 2 de febrero 2023, 13:10
«Si ustedes son ahorradores y tienen una cuenta corriente o un depósito a plazo, yo me iría al banco a pedirle: 'Oiga, actualíceme usted ... la remuneración'». Con estas palabras, el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, advertía ya el 15 de septiembre que la dinámica había cambiado. Cuatro meses y medio después, sin embargo, la vida sigue igual. Por eso algunos inversores han decidido tomar cartas en el asunto. Así lo reflejan las colas que se vienen formando, bajo lluvia y temperaturas heladas, a la entrada de la sucursal bilbaína del Banco de España. Este jueves más de 40 personas aguardaban allí a su apertura para invertir sus ahorros en letras del Tesoro.
El fenómeno arrancó a finales de diciembre derivado de la doble velocidad a la que vienen trabajando los bancos comerciales. Estos se resisten a remunerar los depósitos de sus clientes pese a la subida de los tipos de interés, lo que continúa concentrando cada mañana a decenas de pequeños inversores, especialmente en estos días previos a que se cierre la suscripción de las letras para la próxima subasta a seis y doce meses. El plazo finaliza el próximo lunes día 6, y al martes siguiente se instaurará el nuevo sistema de cita previa con el que se espera atender a medio centenar de personas da diario.
Para las diez de la mañana de este jueves, el número de interesados que ya habían cogido número en las oficinas había superado esta cifra, y la espera para los recién llegados se calculaba entonces en hora y media. Todo pese a tener ya habilitadas cuatro ventanillas. «Con los recursos que tenemos esta demanda nos está desbordando, y por eso nos estamos volcando absolutamente en el público, aunque haya que dejar de realizar otras tareas en este momento», detalla el director de la sucursal de Bilbao del Banco de España, Iñaki Mediavilla.
No es la primera vez que se produce un fenómeno de este tipo, aunque para ver el último episodio habría que remontarse al menos al año 2008. «Desde entonces el tipo de interés ha ido bajando hasta cero, e incluso ha habido ocasiones en que ha sido negativo, por lo que no resultaba muy interesante para el inversor tradicional», apunta Mediavilla. Quienes acuden ahora por las letras lo hacen confiando en una rentabilidad similar a la de la última subasta, del 13 de enero, que les otorgó una rentabilidad a 12 meses del 2,983%, y a las de seis meses del 2,584%. La previsión ahora, además, es que el Banco Europeo, que se reúne este mismo jueves, vuelva a subir el tipo de interés.
«Da seguridad»
Ana y María, madre e hijas de Algorta, han estado entre las primeras en acercarse este jueves a la oficina. Lo han hecho animadas por su marido, que «trabaja en el sector y es muy 'segurola', no le gustan los riesgos. Siempre dice que es mejor ahorrarse el último pico de la subida», explica la mujer. La joven, que invierte por primera vez, tiene pensado apostar por un plazo a seis o nueve meses, porque el dinero que usará para ello quiere destinarlo pronto a la compra de su vivienda. «Da seguridad ver que hay tanta gente que apuesta por esto y en los bancos -los comerciales, se refiere- solo hacen que cobrarte», acusa.
Con ellas está Begoña, de Bilbao. El tiempo pasado en la cola les ha dado tiempo para «hacerse amigas», bromea. Invirtió el jueves pasado y ha acudido de nuevo «para resolver algunas dudas» que le han surgido. Manuel acude únicamente «a informarse». «He visto que había mucha gente interesada y vengo a ver cómo son las condiciones», explica.
La imagen de las colas ha venido despertando el interés de otros inversores. Un matrimonio, que prefiere no dar sus nombres, señala que invertirán 10.000 euros a 12 meses. «Parece lo más atractivo», explica la pareja, que ha llegado a las ocho y veinte de la mañana y ha recibido el número 26 para pasar a ventanilla. «Ahora ésta es la opción más segura», defiende otro vecino de Bilbao que también quiere quedar en el anonimato, y que plantea invertir entre 30.000 y 40.000 euros. «Lo que no puede ser es que los bancos te paguen 0,10 de intereses y luego ellos pidan el 3,53 para firmar una hipoteca. Así normal que tengan beneficios millonarios», denuncia.
Unas cuentas parecidas son las que ha hecho la baracaldesa María. Ella ya ha invertido en el pasado en letras del Tesoro y aprovecha la cola para darle algunas explicaciones a Ricardo, que lo hará por primera vez. «Primero tengo que abrir una cuenta aquí. Espero que valga con los papeles que traigo, si no tendré que volver mañana», duda el hombre. Con ellos también está José, de Donostia, que también se define como «inversor de hace tiempo» y que ha decidido acudir directamente a la sucursal del Banco de España para evitarse comisiones y cobros de entidades intermedias.
A partir del próximo martes ya no servirá la opción de hacer cola desde primera hora. Será necesario llamar primero al 91 338 5000 o pedir cita previa desde la dirección web cita-previa-bde.clorian.com. También a través de la propia página del Banco de España (bde.es). «Será mejor la web porque seguramente el teléfono se colapse al principio», avanza el director de la sucursal bilbaína, que anuncia que este nuevo sistema «ha venido para quedarse». «Hay gente que se queja ahora de tener que esperar dos horas, pero no hemos tenido tiempo de poner los medios. Esto nos vendrá muy bien para poder seguir atendiendo nuestras operaciones más habituales con los bancos comerciales», recuerda.
Bonos y obligaciones
Las letras no son la única opción que ofrece el Mercado de Deuda Pública en Anotaciones, desde su creación en 1987. Para estas el importe mínimo es de mil euros -y las peticiones deben ser en múltiplos de esta cantidad-, que se emiten mediante subasta en unos plazos que actualmente son de 3, 6, 9 o 12 meses. Al tratarse de valores a corto plazo, y suponer un menor riesgo para el inversor, suelen ser más reducidas. Los bonos, por su parte, tienen un plazo de entre dos y cinco años, y las obligaciones, iguales a estos en el resto de características, tienen un plazo mínimo superior que actualmente son a 10, 15, 30 y 50 años. Estos, que también funcionan en múltiplos de mil euros, se emiten de manera general a través de subasta, aunque en algunos casos también se pueden hacer mediante sindicación.
Para adquirir presencialmente una letra del Tesoro basta con acercarse a una de las sedes con el DNI, los datos bancarios y el dinero, que se puede abonar además por transferencia o en cheque. Aunque la adquisición mínima es de mil euros, se exige un depósito previo del 101% (es decir, 1.010 euros por título). Si se tiene una cuenta en el Banco de España no se cobra comisión de apertura ni mantenimiento por transferencia de efectivo. Con el certificado digital también es posible realizarlo por internet, y las entidades financieras ofrecen la opción de hacerlo, pero implican el cobro de comisiones.
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