«El lehendakari está en su torre de marfil y controlado por la patronal»

- Ante la crisis que padecen algunas empresas, el Gobierno vasco plantea un esfuerzo temporal por ambas partes; y si es necesario, bajar salarios para evitar despidos. ¿Cabe esta opción?

- Aquí los mensajes son: las empresas no tiene que pagar impuestos, se tiene que despedir con facilidad y bajar los salarios. Ese es el argumentario de la patronal, un auténtico despropósito. Y además es una posición avalada por el Gobierno vasco, que es totalmente propatronal sin ningún tipo de complejos. Aquí quien decide la fiscalidad son las empresas, y especialmente las grandes empresas, que no pagan ni uno de cada diez euros que recaudan. Muchas compañías, que han tenido altos beneficios en los últimos años, quieren aprovechar la coyuntura para hacer ajustes en las condiciones laborales y salariales. El ejemplo de Tubacex es muy evidente.

- Pero precisamente esa empresa está en pérdidas.

- Se trata de una cuestión coyuntural y donde nosotros ya hemos dicho que estamos dispuestos a estudiar otro tipo de medidas. Pero en cualquier caso, no pueden pasar por la rebaja salarial ni por los despidos.

- ¿Qué opinión le merece la violencia que se ha producido en algunas huelgas recientes?

- La posición del sindicato es que la protesta sea pacífica. Pero en situaciones de huelga siempre hay tensiones: detrás de una huelga hay mucho sufrimiento y mucha tensión. Nosotros no vamos a criminalizar determinadas situaciones, como está pretendiendo el PNV. Hay que ponderar un poco la situación. En cuanto hay algo, la consejera Arantxa Tapia pone el foco allá, como si fuera ese el único problema. Dice que hay que resolverlo de manera civilizada. ¿Pero es civilizado plantear 150 despidos?

- ¿Cree que muchos ERTE pasarán a ERE?

- Aquí nos preocupa mucho la no reforma laboral, los convenios y despidos. Su derogación es urgente y la parte más inmediata tiene que ser la de los despidos colectivos. ¿Qué va a pasar cuando termine el periodo de los ERTE y la prohibición de despedir?

- ¿Duda de que la hagan el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos?

- Es bastante notoria la posición del PSOE. Fueron a la campaña diciendo que iban a derogar la reforma laboral y cuando llegan al poder, como pasa muchas veces, esas cosas salen de la agenda. También interpelamos a los dos partidos vascos que tienen capacidad hoy de incidencia en el Congreso, al PNV y a EH Bildu, si van a defender a los trabajadores vascos. Estas cuestiones deberían de ser líneas rojas a la hora de conformar acuerdos.

- ¿Por qué desde el principio ELA ha sido muy beligerante con la gestión de la pandemia por parte del Gobierno vasco?

- El fracaso del Gobierno de Urkullu en esta crisis, en el fondo y en la gestión, tiene que ver con una situación de aislamiento voluntario, de encerrarse en su torre de marfil. Y a partir de ahí gestiona el país . Y si escucha a alguien, es solo a la patronal. Si distinguimos la pandemia en tres fases, en las dos primeras el Gobierno vasco estaba más cerca del Madrid de Ayuso. En la primera ola, la equivocación fue no tener la prevención suficiente, transmitir que no era para tanto y, ante todo, mantener la actividad económica. En la segunda ola el mensaje fue 'disfruten ustedes del verano', y ahí está la foto de Urkullu con Revilla. Y ahora, en la tercera, que hay que aprender a convivir con el virus.

- Las autoridades dicen que se ha demostrado que en los centros de trabajo no es donde se producen los contagios.

- Si no hay estudios. El ámbito del trabajo se ha dejado fuera del análisis. ¿Quién se cree que la gente no se contagia en el trabajo?

- Pero no ha habido cierres masivos de empresas por contagios.

- No se rastrea el origen. ¿Cuál es la labor de los rastreadores? No se sabe, no hay un trabajo detallado ni específico. Nosotros planteamos la necesidad de incrementar la plantilla de inspectores, pero cayó en saco roto.

- Hay muchas voces críticas con el ritmo de vacunación, incluso de la patronal. ¿Cómo se ve desde el sindicato?

- Todo el proceso de vacunación está siendo un auténtico desastre, hay falta de planificación. No sólo lo dice ELA. Creo que está muy arraigada en el Gobierno esa soberbia, esa sensación de no querer escuchar a nadie, incluso ni a la comunidad científica. Fuimos a la mesa de Osakidetza para hablar del protocolo de vacunación y nos dijeron 'No, esto no es un tema laboral'. Luego llegan los problemas, la falta de protocolo, las situaciones irregulares... Un completo despropósito. Ahora parecen que han corregido su posición de no vacunar y almacenar dosis, cuando todo el mundo sabe que las vacunas salvan vidas.

- ¿Cómo ve que se mantengan las restricciones en Semana Santa cuando hay muchos negocios y trabajadores que lo están pasando muy mal?

- Nuestra posición es que hay que mantener la mayor de las prevenciones y en este caso hay que seguir. Pero también decimos que hacen falta muchas ayudas económicas para sectores como el de hostelería.

- En la Administración vasca la eventualidad lleva años siendo altísima, pero ahora que llegan las OPE empiezan las movilizaciones. ¿Por qué?

- No estoy de acuerdo. Nuestra denuncia de la eventualidad ha sido permanente. Ha habido una apuesta para que eso sea así, porque permite organizar la Administración de una forma determinada, quitas, pones... Hay trabajadores con hasta 100 contratos en un año en Osakidetza. Hay un problema de tipo competencial en las limitaciones a convocar OPE, pero el Ejecutivo no se puede quedar ahí.

- Con las nuevas OPE muchos interinos pueden verse en la calle y sin indemnizaciones. ¿Qué alternativas hay?

- El problema lo ha generado la Administración y eso no puede resolverse a costa de que los interinos vayan a la calle. Hay que consolidar las plantillas y habrá que hablar con los sindicatos.