«La interpretación de la reforma laboral no fue la que quería el Gobierno (del PP)»
- En los despidos por Covid invoca el espíritu de la Ley, pero con la reforma laboral de 2012 ocurrió lo contrario. Asociaciones de ... jueces llamaron a combatirla y usted misma defendió que «se dejara sin efecto buena parte porque solo destruía empleo».
- Es que la intención de esa Ley era dar una gran facilidad para despedir. Las causas se ampliaron muchísimo porque bastaba con encadenar caída de ingresos, sin ni siquiera entrar en pérdidas. Encima se rebajaron las indemnizaciones de los 45 a los 33 días. Pero lo que más malestar causó es que, según la exposición de motivos, pretendía eliminar el control judicial de los despidos, de forma que nos limitáramos a constatar la concurrencia de las causas establecidas. Los tribunales, incluido el Supremo, dijimos: '¿Me va usted a decir que si una empresa pierde 10 euros puede despedir a 20 personas?'. El despido tiene que ser proporcional y razonable. No creo que hubo ninguna opinión doctrinal en contra de reivindicar ese control.
- Los empresarios se quejaron de que la boicoteaban; que echaban abajo los ERE con cualquier excusa y que invalidaron el fin de la ultraactividad.
- Lo que hicimos fue interpretar una reforma que introducía muchos cambios. Por ejemplo, no había jurisprudencia sobre los ERE porque antes se requería autorización administrativa y se ventilaban en el Contencioso-Administrativo. Hubo que interpretar el alcance de las negociaciones en el periodo de consultas, la buena y mala fe... De todas formas, la mayoría de los juicios sobre ERE que se dictaron aquí fueron ratificados por el Supremo. Tan bizarros como nos ponen, pero nos dieron la razón. En cuanto a la ultraactividad, el legislador no decía que pasaba si no había un convenio de ámbito superior. El Supremo lo zanjó con una sentencia a favor del trabajador.
- ¿Considera adecuados los cambios que se están planteando desde el Gobierno para esa especie de contrarreforma?
- Yo hace años me leía los borradores de anteproyecto de Ley pero ya no pierdo el tiempo. Lo que llega al BOE suele ser muy distinto. Los temas que se están tratando de la ultraactividad, el tema de la prevalencia de los convenios sectoriales y las subcontrataciones son importantes y entiendo que el Gobierno quiera darles una solución distinta.
- Acaba de ser reelegida por tercera vez para presidir la Sala de lo Social y lleva más de tres décadas de magistrada. ¿Considera por su experiencia que hay muchos abusos por parte de los empresarios?
- No puedo decir eso. Lo que sí diré es que, tras la reforma laboral de 2012, se produjo un exceso de confianza en los empresarios sobre los instrumentos que les proporcionaba. Pero la interpretación judicial no fue la que pretendía el Gobierno.
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