La industria vasca confía en seguir esquivando la desaceleración este año

Las conclusiones se desprenden del 'Observatorio de Coyuntura Industrial' que recoge el análisis de la red de clústeres del País Vasco y que abarcan sectores como la automoción, la aeronáutica, la siderurgia, la construcción, las nuevas tecnologías o la biosalud. La diferencia de los sectores introduce matices, pero no altera la conclusión: la facturación seguirá creciendo, al igual que las exportaciones y, especialmente, la inversión.

Y es que, a pesar de los temores, el 2023 cerró con crecimientos generalizados en ventas y encargos. Y, ahora, con la expectativa de una bajada de los tipos de interés para la segunda mitad del año, se han activado las inversiones necesarias que quedaron pendientes, especialmente en I+D. Así, ocho clústeres prevén aumentar este capítulo, mientras que otros siete aseguran que mantendrán las inversiones realizadas hasta ahora.

En cuanto al empleo, siete de las organizaciones industriales aumentaron plantillas en la segunda mitad del pasado año y nueve se mantuvieron igual. Una inercia que seguirá en este 2024 en el que la actividad requerirá de más mano de obra agravando, eso sí, la falta de determinados perfiles profesionales que es la primera preocupación de las empresas.

En cuanto a la facturación, la previsión de la mayoría es seguir creciendo, ocho en total, mientras que siete aseguran que mantendrán la actual dinámica. En la parte negativa, las empresas señalan preocupación ante la falta de desarrollo en las redes eléctricas para asumir «el incremento de potencia necesaria para dar respuesta a los consumos que requieren el hidrógeno, los datos, las renovables o la descarbonización».

Por sectores, la aeronáutica se ha beneficiado de la recuperación del tráfico aéreo tras el cierre de vuelos durante de la pandemia. Así, en 2023 volvió a una facturación como la de 2019, aunque le queda el reto de recuperar rentabilidad. En la automoción, tras un 2023 muy bueno, las perspectivas son ahora moderadamente optimistas a la espera de cómo se consoliden los nuevos proyectos de los grandes fabricantes y el comportamiento del consumo.

En el sector energético, tras la ralentización de 2023, en eólica y en redes eléctricas, se espera una reactivación de las inversiones en Europa en el segundo semestre de 2024. Las empresas tienen gran presencia internacional y sus mercados están muy diversificados. Los subsectores que presentan mejores resultados y perspectivas son la fotovoltaica y gas y petróleo. Los niveles de empleo no se resienten, sino que se prevé crecimiento, así como en la inversión, en especial en los ámbitos de eólica offshore y de descarbonización de la industria.