La incertidumbre ante las futuras pensiones provoca un acelerón en el ahorro en EPSV

¿Qué hay detrás de este espectacular crecimiento? Pues una mezcla de varios factores, aunque la principal es la incertidumbre que se está generando con la reforma de las pensiones, al atisbarse un horizonte de rebaja generalizada de las mismas. También una vía determinante para el incremento del patrimonio acumulado es la revalorización de las inversiones que realizan las propias EPSV, que este año están siendo exitosas, con niveles medios de rentabilidad que superan el 8,5%. En cifras reales, permite añadir al saldo algo más de 2.000 millones.

El presidente de la Federación de EPSV de Euskadi, Ignacio J. Etxebarria, califica la evolución del ejercicio 2021 como «muy buena» y confía en que siga una tónica similar en lo que resta de año. Desde el punto de vista macroeconómico, constata como la mejoría económica «está permitiendo la recuperación del empleo, los datos de paro han bajado y eso ayuda a que las familias puedan ahorrar». Queda patente en que en octubre el número de trabajadores vascos afiliados a la Seguridad Social estaba ya por encima de los niveles prepandemia (973.723 personas) y la cifra de parados en niveles del 10% y sigue en descenso.

Pero también la reforma de las pensiones está influenciado el dinamismo del ahorro complementario. Etxebarria constata que se acrecienta en la sociedad «la convicción de que es necesario ahorrar para la jubilación». El presidente de las EPSV vascas quiere dejar «muy claro» que el sistema público de pensiones no está en peligro -«eso nadie lo pone en duda, como ocurría hace cinco o seis años»-, pero sí se ve cómo se empiezan a percibir a pie de calle los cambios, como el retraso en la edad de jubilación hasta los 67 años, el debate sobre los años de cotización para el cómputo de la pensión... «La incertidumbre hace que haya más conciencia de ahorro», resalta.

Esto, trasladado a cifras, muestra que lo ingresos por cuotas hasta el tercer trimestre en las EPSV vascas crecen un 9,76% en relación al mismo periodo del año anterior, sumando 427 millones, cuando el alza de todo el ejercicio 2020 fue de sólo un 3%. Etxebarria puntualiza que estos incrementos se deben a «mayores aportaciones por cada ahorrador y no a un incremento destacable en la base social, de personas que tienen contratadas EPSV».

Por tipo de entidades, el incremento de los ingresos por cuotas es superior en las entidades de empleo (10,60%), dos puntos por encima de las individuales, un fenómeno relacionado con la velocidad de crucero que vuelve a coger la entidad de los funcionarios y trabajadores del Gobierno vasco y sus organismos, Itzarri EPSV, que durante muchos años ha tenido rebajadas las aportaciones por parte de la administración.

Otro factor que ayuda a que en Euskadi haya mayor ahorro en las EPSV es que la normativa fiscal vasca no penaliza estas figuras de previsión, como está ocurriendo en el resto de España. De hecho, se mantienen las mismas bases de desgravación de los últimos años. Sin embargo el Gobierno de Pedro Sánchez limitó las cantidades a aportar a planes de pensiones en 2021 hasta los 2.000 euros para los planes individuales, que se verán rebajados a 1.000 euros en 2022. Para los planes de empleo el tope quedó rebajado a los 8.000 euros. A diferencia de la regulación vasca, la española topa y vincula al mismo nivel el ingreso y la desgravación. No se puede aportar más cantidad.

La normativa vasca pone límite a la desgravación, pero deja libertad al ahorrador a ingresar más si le interesa, pero ya sin beneficio fiscal. Y aquí se da la circunstancia de que se aporta más. Los topes desgravables para las Haciendas vascas son de 5.000 euros para los planes individuales, de 8.000 para los de empleo y de 12.000 para la suma de ambos en un mismo contribuyente.