IMQ negocia de forma oficial con Adeslas un acuerdo de compra de acciones
La 'guerra' entre los propietarios de la principal aseguradora de salud vasca se traslada ahora al Montepío
IMQ ha iniciado ya negociaciones oficiales con SegurCaixa Adeslas de cara a formalizar un acuerdo que pueda permitir a esta última compañía adquirir acciones de ... la empresa vasca, el principal grupo asegurador de salud de la comunidad. Esta negociación fue autorizada por los socios del IMQ en la última junta de accionistas para intentar encontrar una solución al conflicto que se vive desde hace casi dos años sobre la venta de las acciones y el futuro de la empresa.
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Representantes de Adelas y del IMQ, entre ellos su presidenta, Beatriz Astigarraga, mantuvieron ayer una reunión según pudo confirmar EL CORREO y se espera que haya una oferta en las próximas semanas. Por otra parte, la 'guerra' interna ha generado un nuevo foco de conflicto, ahora en el Montepío, la entidad que gestiona el fondo de pensiones de una parte de los médicos y empleados del IMQ.
El objetivo de estas negociaciones es presentar una propuesta detallada a los accionistas que, tal y como acordó una mayoría en la junta, debe contemplar varios elementos. Entre ellos, dar opciones para que los médicos que quieran vender sus acciones puedan hacerlo «a precio de mercado»; también la de explorar que ello se haga con recursos propios de la empresa para evitar, mientras sea posible, la entrada de socios externos; preservar el modelo asistencial del Igualatorio y garantizar que se mantendrán las aportaciones al fondo de pensiones.
Ese acuerdo, sin embargo, también contemplaba explorar un acuerdo con Adeslas, ya que el consejo interpreta que hay que dar una garantía de salida en el futuro a los médicos que deseen permanecer como accionistas. El acuerdo busca, precisamente, que Adeslas concrete una propuesta sobre esas condiciones de salida de futuro con el compromiso de que sería esta empresa la encargada de adquirir los títulos. Adeslas ya tiene una posición destacada dentro del grupo IMQ: posee el 45% de la compañía de seguros, la filial más importante y la que más beneficios genera dentro de la compañía.
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La hipótesis de que Adeslas pueda incrementar su participación en IMQ y con ello su influencia ha desatado un fuerte movimiento en contra, abanderado por la asociación Ademi. Los miembros que la componen son partidarios de explotar al máximo las opciones de dar salida a los accionistas que quieran vender con los recursos propios, e incluso vendiendo algunos activos del grupo. El objetivo último, defienden, es el que el control de IMQ siga siendo de los médicos.
Por otra parte, la presidenta, Beatriz Astigarraga, ha convocado una asamblea extraordinaria del Montepío con el objetivo de remodelar su junta directiva y de intentar consolidar un nuevo acuerdo de aportaciones. En la actualidad el Montepío, la entidad que gestiona el fondo de pensiones, tiene 669 partícipes, de los cuales 528 son médicos y 141 empleados. En la práctica, y dado que el IMQ tiene más de 1.100 accionistas, el número de beneficiarios del fondo de pensiones es inferior al 50% del accionariado. El número de partícipes sufre descensos todos los años -en 2010 eran casi 890- lo que obliga a adaptar las aportaciones anuales, según defiende la cúpula de la aseguradora. En los últimos años esta aportación de la empresa se ha situado en torno a 1,5 millones de euros por ejercicio, aunque en algunos años ha sido más.
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El actual consejo del IMQ quiere establecer un mecanismo que vincule estas aportaciones a una cantidad por cada partícipe, dado que de lo contrario, al reducirse los miembros del Montepío, cada año se produciría una sobreaportación. Esta medida ha suscitado también un movimiento contrario de la mano de los beneficiarios del Montepío, que exigen que se mantengan acciones vinculadas, no al número de beneficiarios sino a la facturación por primas de la aseguradora.
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