Iberdrola anuncia inversiones de 47.000 millones de euros en los próximos tres años
Ignacio Galán comienza a dar por hecho que cerrarán la compra de la norteamericana PNM, truncada hasta ahora por el 'caso Villarejo'
Si en plena pandemia Covid Ignacio Galán lanzó el mensaje de que era el momento de acelerar las inversiones en vez de replegar velas, ahora no solo ha renovado esa estrategia sino que pretende dar un nuevo impulso al acelerador del crecimiento de la compañía vasca Iberdrola. En el 'Capital Markets Day' que la empresa vasca celebra hoy en Londres, el presidente ha anunciado inversiones de 47.000 millones de euros para los próximos tres años y una estimación de aumento del beneficio neto en el entorno del 10% anual.
Además, Galán ha comenzado a dar por hecho que se va a salir con la suya en la compra de la firma norteamericana PNM, proyecto que se truncó a finales del pasado año debido a los informes negativos del regulador de Nuevo México, basados en las acusaciones que pendían sobre la empresa por el 'caso Villarejo'. Para que no quede duda de ello, en las inversiones previstas ya ha integrado 11.000 millones para destinarlos al crecimiento de las redes en esa empresa que está empeñado en adquirir. «Mediados de 2023», es la fecha que ha dado el presidente de Iberdrola como estimación ara el cierre de la compra de PNM, a la que se dedicarían 3.600 millones de euros. «Sabemos que se va a materializar esa operación», ha dicho Galán.
El presidente de Iberdrola ha demandado hoy de las administraciones –no se ha referido a ninguna en concreto- «una política energética coherente; marcos regulatorios predecibles con incentivos para las inversiones; procedimientos administrativos ágiles y una fiscalidad clara». Un aspecto este último que ha definido sobre un doble eje: «Incentivos a la inversión y al idea clara de que quien contamina paga».
La multimillonaria cifra de inversiones, esos 47.000 millones de euros entre 2023 y 2025, se sustentan en la idea de aprovechar el tirón que va a tener la electrificación en los próximos años y también los cambios que se van a producir en este terreno. «El 75% de la energía que se demanda hoy procede de los combustibles fósiles –ha recordado Galán- y se estima que esa demanda puede duplicarse en 2040». En ese contexto, ha dado como segura la necesidad de multiplicar por cinco la capacidad de producción de electricidad renovable, además de apoyarse en la producción de hidrógeno verde.
España recibiría el 13% de las inversiones totales del grupo en los próximos tres años, porque cada vez está más claro que el mercado nacional es un terreno muy maduro para la compañía, con un potencial de crecimiento limitado. Sobre todo en comparación con sus proyectos de expansión en otros países. Por ello, Estados Unidos –el objetivo clave de los próximos años- será el destino del 47% de las inversiones y Reino Unido el 16%. En el escenario de 2025 España ya solo significará el 31% del negocio de la eléctrica. Casi la mitad de las inversiones, 27.000 millones de euros, estarán destinados a ampliar y mejorar las redes de transporte de electricidad, al tiempo que la generación renovable recibiría 17.000 millones. El 46% de esa cifra se destinará a ampliar la capacidad de generación eólica en el mar.
Con la vista puesta en los accionistas, Galán ha lanzado un claro mensaje de «mantener la solidez financiera de la compañía», con una fuerte generación de resultados. Así, el beneficio neto crecería en los próximos tres años entre el 8% y el 10% acumulativo, lo que sitúa el objetivo en un incremento del 35% al final de este periodo. Supondrá, ha anticipado Galán, pasar de los 4.000 millones de euros previstos para este año a una cifra en torno a los 5.400 millones de euros en 2025.
Recurso a los tirbunales
En torno al impuesto especial que se tramita en el Parlamento español y que gravará a las empresas energéticas, Galán ha reiterado que «iremos a los tribunales si consideramos que hay cosas que afectan de forma negativa a nuestros accionistas», al tiempo que ha insistido en que Iberdrola no tiene beneficios excepcionales como consecuencia de la elevación de precios de la energía. «No estamos en el gas, lo nuestro son las renovables», ha insistido, para matizar que «por supuesto que estamos dispuestos a ayudar en una situación complicada como la actual, pero creo que nuestra mejor aportación son los 47.000 millones de inversión. Lo que necesitamos es más renovables y menos combustibles fósiles».
La crisis, el caballo que no conoces
El presidente de Iberdrola ha insistido hoy en Londres en que su estrategia tiene un hilo conductor rígido que es «la preservación del balance de la compañía». Esto es, realizar inversiones en proyectos en los que hay un elevado grado de seguridad en los retornos que se van a obtener; evitar locuras y riesgos desmedidos o aventuras de futuro incierto. «El dividendo es para nosotros una prioridad», ha dicho, para reforzar la idea de que remunerar a los accionistas es un elemento clave del plan de gestión para los próximos años.
Galán, ante analistas de inversiones que le han señalado esas señales de conservadurismo en la estrategia de negocio de la compañía, ha tirado de símil. «Miren –ha explicado en su comparecencia en Londres- me gusta mucho montar a caballo y además me he caído muchas veces. Recientemente mi hijo me regaló un caballo nuevo y les aseguro que comencé a montarlo con mucho cuidado. Cuando no dominas ben el terreno en el que estás, cuando no conoces bien el caballo, es mejor tomarse las cosas con calma y con cuidado. Pues lo mismo nos pasa al plantear nuestro futuro, estamos en medio de una crisis que no conocemos bien. Así que mejor ser prudentes para no caernos del caballo».