La hipoteca fija llega a niveles récord en Euskadi con un mercado al rojo vivo

Y en este contexto, los datos están sacando a la luz una tendencia que hasta ahora no se había dado en Euskadi, y es que los vascos están virando hacia el tipo fijo como su opción hipotecaria favorita. Según el Colegio de Registradores de la Propiedad de España, el 61,7% de las pólizas firmadas en Euskadi en el primer trimestre (últimos datos disponibles por comunidades autónomas) se firmaron a tipo fijo. Por poner este dato en contexto, en el mismo periodo de hace tan solo un año este porcentaje alcanzó tan solo el 48,1%, un rango más común en una comunidad como el País Vasco en la que tradicionalmente la modalidad ligada al euríbor ha reinado como elección predilecta entre los préstamos.

«Hace años, las variables representaban el 80% de las hipotecas que se firmaban en Euskadi», sostiene José Manuel González Robles, presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Bizkaia (COAPI). Por ejemplo, el porcentaje de variables en 2020 fue de 59,2% y en 2018 llegó al 78,8%. Un fenómeno que se debe a que en el territorio históricamente ha existido una menor aversión al riesgo asociado a las hipotecas variables dado que existe una mayor confianza en la estabilidad económica de la región, con un desempleo más bajo y un PIB per cápita más alto.

Con todo, en palabras del presidente de COAPI, el trasvase está teniendo lugar porque «a raíz de la subida del euríbor a partir de 2022, la banca quiere tranquilizar a la gente y ofrecer un tipo fijo o incluso mixto». En este sentido, cabe destacar que, entre 2015 y 2022, el índice hipotecario navegó en números negativos, y en 2022 despuntó hasta casi el 4% por las subidas del precio del dinero dictadas por el BCE para controlar el IPC. Esa política fiscal encareció miles y miles de hipotecas variables de una manera repentina.

Teniendo en cuenta esto, y ante las previsiones de que al Banco Central de la UE no le queda apenas margen para seguir acometiendo tijeretazos adicionales a los tipos, la banca ha optado por librar la guerra hipotecaria en el terreno fijo. El consenso general de los expertos, incluido González Robles, es que el euríbor -cuya media mensual se sitúa en el 2,07%- seguirá con su tendencia bajista durante los próximos meses, lo que a todas luces abaratará las cuotas de los créditos hipotecarios.

Todo ello, además, en un momento en el que el cliente prefiere optar por la estabilidad que le brinda afrontar una cuota invariable mes a mes y guardarse las espaldas en un entorno macroeconómico incierto, acentuado por los conflictos bélicos que están teniendo lugar en Oriente Próximo y Ucrania y sobre todo por la agresiva política proteccionista impuesta por Estados Unidos tras la vuelta del presidente Donald Trump al Despacho Oval.

En los primeros cinco meses del año, la actividad de los bancos en Euskadi para formalizar préstamos vivienda ha acumulado un desembolso de 1.740 millones, lo que supone un 38,8% más que el pasado año.

Kutxabank, que lidera el mercado hipotecario vasco -mantiene alrededor del 40% de cuota- han registrado un crecimiento notable. En el primer semestre han elevado un 42% la formalización de créditos respecto al pasado año. También, destacan portavoces de la entidad, se han involucrado en la línea de avales que prepara el Gobierno vasco para financiar el 100% de la vivienda a los jóvenes menores de 40. Habitualmente, los bancos solo conceden el 80% del valor del inmueble, lo que exige desembolsar una cantidad más que considerable poder comprar. El Ejecutivo activará en otoño un programa de avales para cubrir ese 20% restante y favorecer, así, la emancipación de un colectivo que «aun siendo solvente, no ha generado ahorro suficiente para la entrada de la vivienda», destacan desde la entidad presidida por Anton Arriola.

Caixabank, es el banco más habituado a la hipoteca a tipo fijo con una oferta que lleva varios años basándose principalmente en esa modalidad. Según fuentes del entidad, las hipotecas fijas han supuesto alrededor de un 95% de todas las pólizas firmadas en estos seis primeros meses, al ser «la oferta más conveniente para particulares por su sencillez, transparencia y protección ante subidas de tipos». Las variables siguen manteniéndose en un plano residual en una actividad que, en su conjunto, ha representado un desembolso de crédito para vivienda en Caixabank de 321 millones, un 40% más.

Donde sí han notado el cambio de la variable a la fija es en Laboral Kutxa. Desde la cooperativa de crédito señalan que «están creciendo de forma extraordinaria tanto en número como en volumen». Según sus datos, la distribución de las pólizas durante este primer semestre «ha cambiado bastante» y el 61,7% de las constituidas ya son fijas.

Al igual que Kutxabank, Laboral Kutxa se incorporará al convenio del Instituto Vasco de Finanzas que promueve el Gobierno vasco para cubrir el 100% del valor del inmueble. Además, insisten en que muchos jóvenes que viven de alquiler, «no pueden ahorrar para pasar en un futuro a tener la vivienda en propiedad con una hipoteca».