Las haciendas vascas han recaudado 1.021 millones más hasta noviembre

Las diputaciones de Bizkaia, Álava y Gipuzkoa han completado este viernes la publicación de sus datos de recaudación de once meses, al mismo borde de que finalice el ejercicio y con perspectivas muy positivas. Hace apenas mes y medio, gobierno, diputaciones y ayuntamientos revisaron sus previsiones para concluir que el ejercicio terminaría con un aumento de ingresos del 5,67%, en comparación con 2022. Las cifras a noviembre ya han superado esas estimaciones y queda por ver el juego de devoluciones de algunos impuestos para verificar si esa tendencia se mantendrá al cierre de diciembre, que no es un mes determinante en términos de ingreso.

Debido al esquema de reparto de impuestos establecido en el País Vasco, la parte que corresponde al Ejecutivo autonómico supone un incremento de 700 millones de euros en relación al pasado ejercicio. Una cantidad que supone tanto como el presupuesto anual de todo el Departamento de Seguridad, también del de vivienda y Transporte, si se excluyen las grandes infraestructuras ferroviarias, y algo más del 80% de las partidas asignadas al de Desarrollo Económico.

Aunque aún no se han elaborado los datos agregados en detalle -lo hará el Gobierno vasco en los próximos días-, las líneas generales expuestas por cada diputación ya apuntan con claridad la tendencia. Así, se han registrado incrementos importantes en los ingresos procedentes del Impuesto de Sociedades que grava los beneficios de las empresas -aumentos por encima del 20%- y también en el IRPF, en especial los derivados del trabajo. El descenso del paro y el aumento de salarios tienen mucho que ver en un incremento de los ingresos de retenciones por encima del 8%. Además, Bizkaia registra un aumento del 76% en impuestos de no residentes, provocado sobre todo por el reparto de dividendos de las grandes compañías instaladas en el territorio y con accionistas extranjeros.

Frente a esa buena evolución de los impuestos directos existe también una desaceleración importante en la tributación indirecta que, como es el caso del IVA, está ligada al consumo. En el caso de este impuesto Bizkaia ha experimentado un retroceso del 11%, mientras que Gipuzkoa lo incrementa en el 5,1% y Álava en tan solo el 0,7%. La evolución tan dispar está ligada no a un comportamiento desacoplado del consumo, sino a los diferentes ritmos de devoluciones de cada territorio sobre las liquidaciones con saldo negativo. El impuesto sobre hidrocarburos, muy importante en Bizkaia y también un buen termómetro sobre el consumo -está ligado al número de litros de combustibles y no a su precio- tan sólo aumenta el 0,6% su aportación a la caja de Hacienda.