El Gobierno vasco espera un papel más activo del BBVA en Euskadi en esta nueva etapa
El Ejecutivo autonómico señala la importancia de contar con un sector financiero fuerte que ayude a financiar proyectos industriales
La fallida opa del BBVA sobre el Sabadell ha evidenciado dos maneras opuestas de proceder político a uno y otro lado del Ebro. En el ... sur, en Cataluña, la Generalitat, todos los partidos y los principales agentes económicos se implicaron de lleno en frenar la operación, hasta convertirla en un asunto de primer orden político. En el norte, en Euskadi, el Gobierno vasco optó por la prudencia y el distanciamiento, reduciendo el movimiento a una cuestión entre empresas privadas y solo virando hacia un discurso más favorable en el tramo final. Ese giro, con el lehendakari defendiendo la semana pasada las fusiones bancarias, apenas tuvo recorrido ni tiempo para dar un espaldarazo que provocara un mínimo efecto. Con la oferta cerrada en un escaso 25% de aceptación, Lakua se encomienda ahora a que en la «nueva etapa» que se abre en la entidad dirigida por Carlos Torres, esta refuerce su aportación a la comunidad.
El problema radica en que, en pleno proceso de la opa, al BBVA –con sede en Bilbao desde sus orígenes– se le discutió su condición de banco vasco. Lo hizo Aitor Esteban, presidente del Euzkadi buru batzar, apenas un mes después de llegar a la sala de mandos de Sabin Etxea. En un tono similar, el Ejecutivo autonómico insistía hasta hace apenas dos semanas en que «lo importante» no era el desenlace de la operación, sino que la entidad tuviera un mayor impacto inversor en el territorio. Esa crítica, según apuntaban este viernes fuentes de Lehendakaritza, ya ha perdido fuerza porque «en los últimos tiempos se han dado pasos importantes para reforzar su impacto económico». De hecho, desde Lakua se quiso subrayar de manera expresa que «el BBVA es un banco vasco, con raíces profundas en Bilbao y una larga trayectoria de compromiso con Euskadi». En Cataluña, sin embargo, el conjunto del arco parlamentario ha reivindicado en todo momento al Sabadell como un símbolo financiero propio, ignorando el traslado de su sede durante siete años a Alicante por la inestabilidad derivada del proceso independentista.
«Se ha alargado demasiado»
Lo cierto es que tanto Lakua como Sabin Etxea daban por hecho que el BBVA lograría al menos un 30% de aceptación, lo que habría abierto la puerta a un segundo asalto. El presidente del Bizkai buru batzar, Iñigo Ansola, admitió esta mañana en una entrevista radiofónica su «sorpresa» por el escaso respaldo, ya que en la última semana la opa «se movía con ratios de participación y de compra de acciones positivos». En la misma línea, el consejero de Hacienda y Finanzas, Noël d'Anjou, apuntó que la operación «se ha alargado demasiado en el tiempo» e instó al BBVA a redoblar su compromiso con un «sector financiero vasco fuerte, competitivo y con arraigo».
A lo que apunta el Ejecutivo es a la necesidad de que el BBVA juegue un papel activo en la Alianza Financiera Vasca, el instrumento promovido por Lakua junto a entidades bancarias, sus asociaciones y las EPSV para coordinar y canalizar inversiones estratégicas en el territorio. Una herramienta que el lehendakari Imanol Pradales –que ayer no tuvo agenda pública ni se pronunció sobre la opa en redes sociales– ha defendido como clave para garantizar la autonomía estratégica. Y es precisamente esa autonomía, subrayó la semana pasada en Madrid, la que hace aconsejables unas fusiones bancarias que garanticen financiación suficiente para grandes proyectos industriales.
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