Deducción por alquiler en la renta de 2019: cuándo y cuánto puede desgravar

Seguramente estos días te habrá llegado a casa una de las propuestas de declaración de la renta que elabora el Departamento de Hacienda y Finanzas de la Diputación foral o al menos las claves para que puedas acceder a tus datos fiscales o tramitar la declaración a partir del 4 de mayo. Toca pues echar cuentas y ponerse a repasar para ver si la información que tienen de nuestras actividades económicas es correcta. También toca aclarar alguna dudas recurrentes como si existe o no una deducción por el alquiler de la vivienda y cuánto se puede desgravar por este concepto.

Existe. De hecho, cada año crece el número de contribuyentes que la solicitan y en la campaña que está a punto de arrancar la Diputación espera que 39.000 de ellos se beneficien de desgravaciones por este concepto que sumarán 41 millones de euros. Para poder solicitarla hay que tener en cuenta una serie de condiciones y límites, que a continuación repasamos.

Pero antes, una aclaración; en todos los casos, si tenemos algún tipo de subvención por este concepto (alquiler de vivienda habitual) deberemos restar la cuantía total de esta ayuda a la cantidad pagada al propietario de la vivienda. La cifra resultante es sobre la que deberemos calcular el porcentaje de desgravación que nos corresponda.

El requisito que hay que cumplir es que el alquiler por el que queremos obtener la deducción ha de ser el de nuestra vivienda habitual. Ojo, esto no implica que la deducción sólo sea posible en viviendas ubicadas en Bizkaia. Si el año pasado te trasladaste desde otro territorio y allí tenías casero, podrás meter en la declaración de este año los pagos correspondientes a ese alquiler.

Quienes cumplan con esta condición podrán aplicar como norma general una desgravación del 20% de las cantidades satisfechas (pagadas) durante el período impositivo (todo 2019) hasta un máximo de 1.600euros. Es decir, que aunque el 20% del total que pagaras como alquiler resulte superior a esos 1.600 euros no van a devolver más; ese el límite de la deducción establecido para este concepto, salvo en dos excepciones.

La primera, que seas titular (y figures como tal en registro oficial) de una familia numerosa. Si es así, el porcentaje para calcular la desgravación asciende al 25% y el límite se eleva a 2.000 euros. Si hay dos titulares, ambos tendrán derecho a esta desgravación tanto si hacen la declaración conjuntamente o por separado.

La segunda, que tengas menos de 30 años en el momento del devengo del impuesto, que en este caso es el 31 de diciembre de 2019. Esto es importante porque da igual la edad que tuvieras cuando firmaste el contrato; la que cuenta es que la tienes al final del año fiscal. Si efectivamente aún no tenías los 30 años el 31 de diciembre, la deducción llega al 30% con un tope de 2.400 euros anuales.

Estas deducciones son aplicables a cada inquilino que figure en el contrato de arrendamiento; es decir, que si el piso es compartido por dos o más personas y el contrato está a nombre de todos ellos, cada uno los podrá aplicar en su declaración la deducción que le corresponda.

Si dos de los inquilinos deciden realizar la declaración conjunta, se podrán beneficiar del porcentaje más elevado. Por ejemplo, si en una pareja uno de los miembros es menor de 30 años y el otro no, la deducción será del 30% y no del 20%.

Esto no implica que hacer la declaración conjunta resulte siempre más beneficioso. Lo que implica es que hay que estudiar ambas posibilidades.

Por ejemplo. Si entre ambos titulares pagaron en 2019 un total de 10.000 euros de alquiler y al menos uno es menor de 30 años, con la declaración conjunta Hacienda les devolvería 2.400 euros. Lograrían el mayor porcentaje de deducción (el 30%) pero el resultado de aplicar éste sobre el total pagado (el 30% de 10.000 son 3.000) superarían el límite establecido en la normativa fiscal foral, que en su caso sería de 2.400. De modo que la dedección se queda ahí, en los 2.400 euros.

En cambio, si cada uno hace su propia declaración el resultado podría ser algo mejor. El más joven lograría una deducción del 30% sobre sus pagos (que serían la mitad, 5.000 euros en vez de 10.000), por lo que le devolverían 1.500 euros, una cantidad que queda muy lejos del límite de los 2.400. Por su parte, el mayor obtendría el 20% sobre sus 5.000, que son 1.000, una cifra también por debajo del límite aplicable a su caso (1.600). De este modo, la suma de las devoluciones logradas en ambas declaraciones es de 2.500 euros, cien más que si la hubiesem hecho conjunta.