Las firmas a favor del SMI vasco superan las 100.000 y llegarán al Parlamento vasco a finales de agosto

La ILP que busca modificar el Estatuto de los Trabajadores para obtener la competencia de establecer un SMI propio en Euskadi es una de las dos vías en las que trabajan los sindicatos vascos. La otra es la búsqueda de un acuerdo Interprofesional con la patronal vasca.

En la primera convocatoria, Confebask de negó a constituir la mesa y en la segunda, ni siquiera acudió. Desde los sindicatos denuncian que la patronal «pretende llevar el debate a la mesa de diálogo social, mezclándolo con temas como el absentismo laboral», un espacio que las centrales han querido dejar claro que «no es el marco para la negociación colectiva ni el espacio para debatir sobre el SMI». En este sentido, han subrayado que Confebask «debe de dejar a un lado las excusas y debe sentarse en una mesa de negociación real».

Por lo tanto, tras reunir las firmas necesarias para presentar la ILP en el Parlamento de Gasteiz (en el caso de Euskadi el mínimo son 10.000) la pelota queda ahora en los partidos políticos, que según los sindicatos involucrados en la recogida de firmas, tendrán «muy difícil» negarse a acepatarla. «Si realmente tienen voluntad de avanzar hacia un salario mínimo más digno, deben apoyar esta iniciativa y pasar de las palabras a los hechos». En esta línea, el Gobierno vasco presentó a mediados de mayo un estudio sobre el SMI, en el que planteó un salario mínimo de convenio con una horquilla entre 1.268 y 1.365 euros.

Se trata de un rango que, según ELA y LAB, principales sindicatos del territorio, queda muy corto ya que solo beneficiaría a 10.000 trabajadores vascos. Este miércoles, Leire Gallego, responsable del área de acción social de ELA, ha criticado esta propuesta ya que «no beneficiaría a los trabajadores que tienen convenios estatales ni a los que tienen un convenio de aplicación».