Euskadi elevó hasta los 360 millones la compra de gasóleo a Rusia antes de la prohibición
Las empresas vascas han exprimido esta fuente de suministro ante la prohibición que entró en vigor el 5 de febrero
Euskadi aceleró sus compras de gasóleo a Rusia ante la entrada en vigor el pasado 5 de febrero del veto impuesto por la UE a ... estas importaciones como represalia por la invasión de Ucrania. Entre febrero del año pasado –cuando estalló la guerra– y diciembre las entradas ascendieron a 363 millones de euros, según la última estadística de comercio exterior del Eustat. Todavía falta por conocer el importe de enero, que podría elevar aún más la factura. Moscú es la principal proveedor externo de este combustible para el País Vasco y los datos evidencian que la comunidad autónoma ha querido exprimir al máximo esta fuente de suministro antes de que se cierre el grifo con la prohibición pactada por la UE.
El veto europeo a las importaciones de petróleo y sus derivados procedentes de Rusia ha ido entrando por fases, después de que fuese aprobada en mayo, entre fuertes discusiones con países como Hungría. Se pactó entonces la prohibición de comprar crudo a partir del 5 de diciembre de 2022 y dar otros dos meses más de tiempo, hasta el 5 de febrero, para los derivados como el diésel. La razón es que Moscú es un suministrador clave de este combustible para toda la Unión Europea, hasta el punto de que antes de la guerra aportaba hasta el 44% de todas las importaciones y cubría el 10% de la demanda.
A la vista del veto y el riesgo de escasez de diésel, los países europeos han acelerado las importaciones de Rusia a pesar de que de esta forma contribuyen a financiar a Moscú. Euskadi no ha sido excepción por lo que muestran los datos de comercio exterior. Las compras se han acelerado a partir del verano y en el total del ejercicio suman 423 millones de euros, si bien a ese importe habría que restar 60 millones que entraron en enero. La cifra del año supone un incremento del 85% respecto al ejercicio anterior, aunque en este aumento juega un papel clave la subida de precios.
Resulta paradójico que Euskadi registre estas importaciones cuando es la sede de la refinería Petronor, pero una cosa no quita la otra. La planta propiedad de Repsol, ahora más cotizada que nunca, está produciendo a todo gas y con gran margen, como demuestran sus beneficios récord de 470 millones de euros. Eso explica que las exportaciones de los derivados de petróleo sumaran 2.620 millones en 2022, un 122% más. En resumen, vendemos mucho diésel fuera, pero también lo compramos,
España en su conjunto, con ocho refinerías, es un exportador neto de gasóleo, pero también ha incrementado sus importaciones de Rusia. «Ha sido generalizado en todos los países ante la llegada del veto», apunta Inés Cardenal, directora de comunicación de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP).
Compra de diésel
Estas compras masivas en los últimos meses han hecho que el precio del gasóleo haya caído en vez de subir con la entrada en vigor del veto. En concreto, la media del diésel en Euskadi es de 1,64 euros el litro, por debajo de los 1,72 con que arrancó el mes y no muy lejos de los 1,52 euros previos a la guerra. El diésel se ha vuelto a colocar por debajo de la gasolina, que ronda los 1,68 euros el litro.
«Europa se ha hinchado a comprar diésel de Rusia en las últimas semanas. Ahora la despensa está llena, pero habrá que ver la velocidad a la que baja y si da tiempo a rellenarla», apunta Nacho Rabadán, director general de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (Ceees). «No hay muchas fuentes de suministro alternativas a Moscú. Europa ha reducido su capacidad de refino, los inventarios de Estados Unidos están en mínimos y China va a dar prioridad a su demanda interna, que se ha reactivado», añade. Aún hay mucho miedo a un repunte de precios a medio plazo.
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