Euskadi debe quintuplicar la producción de energía eólica para 2030

Esta situación cambiará radicalmente. La Estrategia Energética Euskadi 2030 establece que para ese año el 21% del consumo total deberá ser aportado por las renovables. Esta cuota, que en el caso de España se eleva al 42%, podría incrementarse si así lo considera factible el comité de expertos recientemente creado por mandato de la Cámara vasca.

La energía eólica tendrá un papel preponderante en este proceso de transición energética. En la actualidad Euskadi cuenta con cinco parques -Elgea, Urkilla, Oiz, Badaia y punta Lucero- que suman 153 MW generados por 140 molinos. La Estrategia 2030 prevé que ese año se alcancen 783 MW, es decir, se precisa quintuplicar la potencia.

Javier Marqués, director del EVE, señala que para cumplir ese objetivo será preciso poner en marcha «seis o siete» parques nuevos, aunque subraya que el documento que determinará el número de turbinas y los emplazamientos se encuentra en una fase inicial de tramitación. Marqués explica que los aerogeneradores actuales desarrollan una potencia muy superior a los de Sierra Elgea, un parque que data de 2003, con una capacidad de 24 MW. Por tanto, sería posible generar más potencia con menos molinos. «La tecnología existente -asegura el director del EVE- permite diseñar aerogeneradores de 4-5 MW, cuando los de Elgea son de 0,66».

La ubicación de los parques se decidirá en función de varios parámetros, entre ellos la velocidad del viento, el impacto en parques naturales o zonas protegidas y la proximidad a zonas urbanas. En el Plan Territorial de la Energía Eólica de 2002, todavía en vigor, se establecieron, además de las cinco ubicaciones donde se asientan los parques ahora en servicio, otras ocho localizaciones: Ordunte, Ganegokorta, Mandoegui, Gazume, Arkamo, Montes de Iturrieta, Cruz de Alda-Aldaba y Kolometa.

El Parlamento Vasco ha dado luz verde a la tramitación de un nuevo Plan Territorial, de manera que el listado anterior podría variar significativamente. La localización de los aerogeneradores, como recuerda Marqués, en su día fue una cuestión conflictiva. «Pasé muchos fines de semana llevando a ecologistas, junteros, parlamentarios y asociaciones de montañeros primero al parque de El Perdón, y luego al de Leitza, para que vieran que los aerogeneradores allí instalados no causaban ningún problema».

La última de estas polémicas data de 2009, cuando se planteó instalar un parque eólico en la cima del monte Gazume, en el centro geográfico de Gipuzkoa, junto al Ernio. Las Juntas Generales aprobaron por unanimidad instar al Gobierno Vasco a que paralizase el proyecto hasta que se «analicen con el máximo rigor las consecuencias ambientales».

El director del EVE afirma que los tiempos han cambiado y que las polémicas forman parte del pasado. «Ahora tenemos la ventaja de contar con la experiencia de cinco instalaciones ubicadas en Euskadi. Cualquier persona o asociación puede preguntar al Ayuntamiento de Iruña de Oca o de otras localidades cercanas a un parque y recabar información sobre el funcionamiento de estas instalaciones. Les dirán -asegura Marqués- que los ruidos o el daño en la avifauna es mínimo». Marqués explica que las empresas promotoras están obligadas a presentar informes sobre el impacto ambiental de las instalaciones. Otro elemento a favor de estos parques, señala el director del EVE, radica en los impuestos que ingresa el municipio donde se asienta y el empleo que se crea. «Todos estos hechos -subraya Marqués- han permitido que la aceptación sea alta».

El responsable del EVE admite que sí se produce un impacto en el paisaje, «pero esta cuestión es subjetiva. Si viajas por Navarra ves numerosos aerogeneradores y no creo que haya quejas por este motivo. Lo relevante es que este tipo de instalaciones se proyectan para reducir las emisiones mediante el uso de energías renovables».

El acuerdo firmado el mes pasado entre el EVE e Iberdrola, que conlleva la creación de una sociedad conjunta, será clave para la extensión de la energía eólica y fotovoltaica en Euskadi. La multinacional y la Agencia Energética del Gobierno Vasco ya han comenzado a evaluar emplazamientos con acceso a la red eléctrica, así como zonas con potencialidad de viento.

La colaboración entre ambas entidades viene de lejos, dado que participaron conjuntamente, a través de la sociedad Eólicas de Euskadi, en la construcción y promoción de los parques de Elgea, Urkilla, Badaia y Oiz. Aquella sociedad se disolvió en 2007 y ahora resurge al calor del impulso que el Ejecutivo quiere dar a estos proyectos.