Euskadi se convierte en la autonomía con la mayor caída de la inversión extranjera
Sufre un retroceso del 89% respecto al pasado año con 164 millones hasta septiembre y firma el peor ejercicio de la última década
La necesidad de atraer inversiones nuevas a Euskadi es un objetivo prioritario para el Gobierno y las instituciones vascas. Una meta que sigue complicada, al ... menos a la luz de las estadísticas sobre la inversión extranjera que maneja el Ministerio de Economía. Los datos hasta septiembre de 2024 que acaba de publicar la Secretaría de Estado de Comercio agravan la situación apuntando en Euskadi un descenso del 89% en la llegada de este capital con 163,9 millones. Es el mayor retroceso registrado entre el conjunto de comunidades autónomas y hace que el País Vasco pase de ocupar la cuarta posición del año pasado con 1.498 millones a caer a la décima.
El mayor crecimiento se concentra en Aragón, que multiplica por más de dos el dinero recibido con 364 millones gracias al desarrollo de su industria de centros de datos, energía renovable y automoción. La comunidad de Madrid sigue ocupando el primer lugar, con 16.946 millones y un crecimiento del 52%, mientras que Cataluña ocupa la segunda posición con 3.453 millones y un avance del 65%. En el conjunto de España la inversión ascendió a 23.607 millones, un 22% más que los 19.299 millones del mismo periodo del año pasado. Y una cifra sobre la que el registro vasco representa el 0,69%.
Hay que tener en cuenta que la herramienta estadística del Gobierno central para medir ese flujo, GlobalInvex, enmascara algún dato ya que localiza las inversiones en función de la sede social de la empresa. Así, las actuaciones en la fábrica de Vitoria de Mercedes España, que tiene el domicilio en Madrid, no se contabilizan. En cualquier caso, lo preocupante es la dinámica que reflejan los datos y que con esos 163,9 millones hasta septiembre hacen que Euskadi firme el peor año de la última década.
Desde 2020 el 77% de la inversión ha sido para comprar empresas y solo el 3,6% para proyectos
En cuanto a los países de origen, la mayor cantidad dinero ha llegado de Estados Unidos, Alemania y Países Bajos con un total de 90 millones. Y, por sectores, la informática, la metalurgia y la energía concentraron la mayoría de las actuaciones.
La tendencia de estas inversiones es algo que el propio lehendakari Imanol Pradales se conjuró en revertir en su visita a la fábrica de Mercedes el pasado otoño. Insistió entonces en el deber de «sobresalir y cultivar nuestro poder de atracción». Y es que la sensación en el mundo empresarial vasco es que no se acometen nuevos proyectos que sí están llegando a comunidades del entorno. Se une, además, con la progresiva pérdida de Euskadi en el peso de la economía española. El Instituto Nacional de Estadística (INE) señalaba el mes pasado que esa aportación vasca al PIB nacional representa el 5,86% frente al 6,30% del año 2000.
Empresas familiares
El análisis del objetivo que persigue la inversión foránea en Euskadi tampoco es un motivo de consuelo y es que la mayoría del capital es para comprar empresas más que para levantar nuevos proyectos. Una situación que está afectando a muchas compañías familiares de mediana dimensión que, con problemas en el relevo, optan por vender el negocio a fondos de inversión. El hecho es que de los 9.600 millones de capital internacional que han llegado a Euskadi desde 2020, el 77% ha sido para adquirir empresas. Entre los movimientos más importantes se cuentan la compra de Euskaltel por MásMóvil, la de Solarpack por el fondo EQT, la de ITP Aero por Bain Capital o la de Gamesa por Siemens en la exclusión de Bolsa.
Así, solo 349 millones de esos 9.600, el 3,64%, se han dirigido en este lustro a desarrollar nuevas infraestructuras; lo que en terminología financiera se conoce como 'greenfield', cuando construyen nuevas instalaciones, o 'brownfied' cuando invierten en plantas ya existentes.
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