Un trabajador pasa junto a unos rollos de acero en una planta siderúrgica de China. Reuters

La entrada de acero chino en Europa se ha disparado un 50% en la última década

Las empresas siderúrgicas celebran que la UE quiera frenar las importaciones del gigante asiático con más aranceles

Lunes, 13 de octubre 2025, 10:10

El comercio mundial vive instalado en un clima errático desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Sin embargo, fue precisamente en este ... escenario de incertidumbre cuando la semana pasada se añadió un componente de estabilidad, el primero en meses, para la industria vasca y europea. La decisión de la Comisión Von der Leyen de duplicar al 50% las barreras aduaneras al acero –una apuesta que debe ser refrendada por el Parlamento y el Consejo– supone un auténtico balón de oxígeno para un sector en crisis.

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El presidente del clúster vasco de la siderurgia, Asier San Millán, advertía hace un mes en una entrevista con EL CORREO de su preocupación por el riesgo de que, con el mercado estadounidense cerrado, el acero chino siga inundando la Unión Europea. Se trata de un producto 'low cost', fabricado bajo menores exigencias medioambientales, que obliga a las empresas locales a diferenciarse en calidad, ya que competir en precio resulta imposible. El riesgo es considerable y amenaza con escalar, ya que en menos de una década, el valor de las exportaciones del gigante asiático a la UE han pasado de 10.668 a 16.060 millones de euros, un salto del 50%. Un avance que ha encendido las alarmas en el Gobierno vasco, que ante la pérdida de competitividad «casi total» en Estados Unidos, reclama desde hace tiempo actualizar los mecanismos de defensa comercial comunitarios y reforzar la trazabilidad de los productos importados.

El plan lanzado el martes por la Comisión nace de este espíritu de querer frenar el flujo de acero barato que se redirige hacia Europa. Bruselas propone situar el tope de las importaciones libres de aranceles en 18,3 millones de toneladas al año, lo que supone una reducción del 47% respecto a la cuota marcada en 2024. Es, una vez se que se supere esta barrera, cuando el gravamen que se aplique será del 50%, en vez del 25% actual.

La cuarta parte del acero que importa la Unión Europea llega desde China

Este refuerzo del arancel aduanero equipara a Europa con Estados Unidos, aunque mientras aquí operan contingentes por país y periodos, allí rige un arancel del 50% desde la primera tonelada. La decisión responde, en gran medida, a la presión de la Casa Blanca, que urgía a los Veintisiete a adoptar un perfil más proteccionista ante el empuje de China como gran fábrica mundial de acero. La Unión Española de Empresas Siderúrgicas (Unesid) confía en que este alineamiento con el estándar norteamericano sirva para allanar una negociación entre Bruselas y Washington que permita reducir las cargas impositivas.

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Mismo problema

La directora general de Unesid, Carola Hermoso, aplaude una medida «muy ambiciosa» que aporta «estabilidad» en un momento especialmente crítico, ya que el sector está en pleno proceso de descarbonización y se está encontrando con dificultades para abrirse a nuevos mercados. Las compañías vascas han puesto en el punto de mira a México y Oriente Medio, pero el acero chino también ha llegado hasta allí.

El problema radica en que la sobrecapacidad china necesita apoyarse en terceros países para sostener su maquinaria productiva. Incluso logra sortear las normativas mediante mecanismos de triangulación que le permiten seguir accediendo a los mercados internacionales. Esto es lo que ha pasado en Europa en los últimos años. Hermoso explica que mientras las exportaciones directas de China a la UE han crecido un 50% en las últimas décadas –hasta representar una de cada cuatro toneladas del acero que entra– las indirectas lo han hecho en una proporción aún mayor. Las empresas del gigante asiático desvían sus productos a países como Vietnam, Indonesia o Emiratos Árabes, donde bastan ligeras transformaciones para reexportarlos como mercancía libre de aranceles.

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La normativa que prepara la Unión Europea frena la entrada camuflada de acero extranjero

La clave está en que, por el momento, las salvaguardas para China se abren cada tres meses y, en menos de siete días, «todo se agota», lo que impulsa a las empresas chinas a buscar vías de entrada por terceros países. La nueva normativa que prepara la Comisión, sin embargo, rompe con ese modelo al introducir el sistema de 'melt and pour', que impide alterar el origen de un producto mediante una simple transformación. En la práctica, si una bobina se ha fundido en China, seguirá considerándose china aunque después pase por Vietnam. Esta medida, calculan los clústeres, puede reducir a la mitad el acero chino importado.

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