Tubacex estima que los despidos en Llodio y Amurrio pueden afectar a 150 trabajadores
La dirección traslada a los sindicatos que está dispuesta a negociar alternativas para rebar el 10 millones el coste laboral en estas plantas
El impacto del ajuste de plantilla que ha propuesto la empresa alavesa Tubacex puede costar 150 empleos en sus plantas ubicadas en el País Vasco, en las localidades de Llodio y Amurrio. La cifra, confirmada por la dirección de la empresa a los representantes de la plantilla persigue el ahorro de 10 millones de euros en estas dos plantas. Ese ahorro, han indicado los directivos de la compañía, es el objetivo fundamental y han mostrado su disposición a estudiar medidas alternativas a los despidos, entre las que puede encajar una rebaja generalizada de salarios.
Tubacex anunció el martes un plan de ajuste que afectaría a 500 trabajadores en todo el mundo, lo que supone la reducción de su plantilla en torno a un 20%. En el caso de Llodio y Amurrio el impacto sería proporcionalmente algo menor ya que en estas instalaciones fabriles trabajan algo más de 800 personas.
La empresa argumentó este miércoles en el encuentro con los representantes sindicales que el sector de tubos inoxidables sin soldadura -el producto que fabrica Tubacex- se encuentra en una situación de crisis que se arrastra desde hace años y por varios motivos. Uno de ellos es la caída del precio del petróleo, que ha reducido las inversiones en nuevas exploraciones y que son uno de los principales mercados al que se dirigen los tubos fabricados por la empresa. También, indicaron, se han reducido de forma importante la construcción de nuevas plantas térmicas de generación de electricidad, como consecuencia de la estrategia mundial de favorecer la producción mediante tecnologías renovables. En el encuentro, los responsables de la empresa insitieron en que la caída del mercado viene de lejos y que el Covid-19 no ha hecho sino agravar la situación, en una crisis que se considera estructural y que puede durar muchos años.
La consejera de Desarrollo Económico del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, se ha mostrado comprensiva con la situación de la empresa y aseguró que la pandemia del Covid-19 no ha hecho sino agravar la crisis de la compañía, al tiempo que ha introducido nuevas incertidumbres sobre las posibilidades futuras de recuperación. Tapia también anticipó que habrá crisis y ajustes de plantillas en otras empresas vascas en las próximas semanas y meses. «Tenemos que ser realistas. Habrá más malas noticias como ésta», anticipó.
En la misma línea se manifestó este miércoles el director del Servicio Vasco de Empleo, Lanbide, Jorge Belandia, al afirmar que el ajuste anunciado por Tubacex hace poner «las orejas todavía más tiesas de cara a lo que nos viene de ahora en adelante». En su opinión, es «una pista» de lo que se avecina. También consideró que el impacto puede ser distinto en función de la medida que se adopte para acometer el ajuste laboral, ya que existe la opción de las jubilaciones anticipadas y también de las bajas voluntarias. El presidente de la patronal vizcaína Cebek, Iñaki Garcinuño, por su parte, opinó que las empresas van a tener que tomar, en ocasiones, «medidas duras, como reducir personal para poder sobrevivir», al tiempo que apuntó que «cualquier ayuda pública será bienvenida para salvar empresas».
Rechazo sindical
El comité de empresa de las factorías alavesas del grupo hizo público un comunicado en el que rechaza las medidas propuestas, al tiempo que acusa a la dirección de querer «ganar dinero a toda costa, sin importar lo más mínimo las personas y familias que con su esfuerzo han permitido a la empresa posicionarse a nivel mundial». El comité mostró su sorpresa porque la empresa no haya esperado a una recuperación del mercado y haya decidido adoptar medidas de ajuste ahora, lo que califican como «el recurso fácil en torno al coste salarial de la plantilla. Sería bueno analizar no solo el coste, si no la facturación media de los empleados, muy por encima de lo que genera el equipo directivo», indicaron. Los representantes de los trabajadores anticipan que no van a «permitir medidas traumáticas para salir de esta crisis. No aceptaremos despidos en las empresas del grupo de la comarca», aseguraron.
El comité rechaza «medidas traumáticas»
El comité de empresa de las factorías alavesas del grupo Tubacex ha hecho público un comunicado en el que rechaza las medidas propuestas, al tiempo que acusa a la dirección de querer «ganar dinero a toda costa, sin importar lo más mínimo las personas y familias que con su esfuerzo han permitido a la empresa posicionarse a nivel mundial». El comité muestra su sorpresa porque la empresa no haya esperado a una recuperación del mercado y haya decidido adoptar medidas de ajuste ahora, lo que califican como «el recurso fácil en torno al coste salarial de la plantilla. Sería bueno analizar no solo el coste, si no la facturación media de los empleados, muy por encima de lo que genera el equipo directivo», aseguran. Los representantes de los trabajadores anticipan que no van a «permitir medidas traumáticas para salir de esta crisis. No aceptaremos despidos en las empresas del grupo de la comarca, incluyendo empresas como Cotubes, Tubos mecánicos, TTA y otras empresas ubicadas en nuestras cercanías», indican. Por último, apelan a la intervención del Gobierno vasco para «defender los puestos de trabajo», además que acusar al gabinete de Iñigo Urkullu de «recurrir al discurso barato de que estas medidas son las que se van a dar de aquí en adelante en mas empresas. Eso es ser cómplices de una deslocalización más que clara y que busca una mano de obra barata para llenar sus bolsillos», concluyen.
Por su parte, el sindicato ELA también ha hecho público un comunicado en el que recuerda que «estamos ante una multinacional vasca que cotiza en Bolsa, y que en los últimos años ha tenido unos beneficios millonarios. Vemos con preocupación cómo la Dirección quiere aprovecharse de la crisis sanitaria de la Covid-19 para llevar a cabo todo tipo de recortes, tanto en empleo como en condiciones de trabajo.