No es nada personal, son sólo datos
La 'startup' Hupi desarrolla asistentes virtuales que permiten prescindir de los paneles de control repletos de métricas
iratxe bernal
Sábado, 24 de septiembre 2022, 01:25
Cuando la mayoría de nosotros oímos hablar de asistentes virtuales pensamos en Alexa o Siri, que, con voz melosa, nos dan respuestas cada vez más parecidas a las de una persona o nos permiten automatizar algunas tareas domésticas. Pero cuando en un entorno industrial hablan de ellos, lo que tienen en la cabeza es más bien un Tom Hagen. Esto es, un 'consigliere' capaz de diseccionar la información disponible e imaginar todos los escenarios posibles para indicar al padrino cómo solucionar un problema o, mejor aún, la forma de evitarlo. «No es nada personal, sólo son datos», diría con tono analítico.
«Un asistente virtual es un 'software' que brinda soporte operativo a los profesionales que deben tomar decisiones complejas y rápidas», explica Irati Rodríguez, responsable de desarrollo de negocio de Hupi, una 'startup' que los diseña y desarrolla para los sectores de la industria y la movilidad. La firma surgió en Bidart en 2014, cuando la digitalización y la Industria 4.0 aún no habían despegado y tocaba hacer mucha evangelización. En 2017 fue una de las seleccionadas para participar en la primera edición del programa de aceleración BIND 4.0, en el que de la agencia de desarrollo SPRI propicia que algunas de las principales empresas de la comunidad desarrollen proyectos concretos con otras pequeñas o de reciente creación que aporten innovación.
El grado de implantación es bueno, pero las empresas a veces no saben cribar sus propios datos
La que se fijó en ella fue Maier, que le abrió las puertas del mercado vasco y animó a sus socios fundadores, Romain Roquefère y Vincent Moreno, a crear una filial en San Sebastián. Hoy es una de las veinte firmas fundadoras de la Asociación BAIC, siglas inglesas de Centro Vasco de Inteligencia Artificial.
Desde entonces, la tecnología se ha popularizado y ya no hay que explicar los beneficios de aplicar la inteligencia industrial a los procesos. Ahora lo que toca en muchos casos es desenmarañar la cantidad de datos que se obtienen para quedarse únicamente con aquellos que resuelven dudas. «La mayoría de las empresas industriales tienen ya un buen grado de digitalización, pero eso se plasma en paneles de control complejos, llenos de métricas, que no permiten ir a al grano, con los que no se puede coger sólo la información que hace falta para responder a un problema concreto», señala Rodríguez.
La decisión final
Y esa es la tarea de un asesor virtual: cribar datos para establecer con inmediatez las órdenes de fabricación de cada turno durante los próximos días para reducir al máximo los pedidos pendientes sin agotar las existencias; planificar el mantenimiento de la máquina-herramienta de una planta para reducir las paradas técnicas o los defectos de las piezas; o indicar a un operador logístico cómo agrupar envíos para disminuir los kilómetros sin retrasar las entregas. «Se hacen siempre a medida y en colaboración con el cliente, que es quien siempre toma la decisión y dice qué hay que hacer. El 'software' sólo le permite que la suya sea una decisión informada», subraya.
En la actualidad cerca del 30% del millón de euros de facturación anual de Hupi lo genera «el pequeño equipo» de su filial vasca, que ahora quiere crecer. Y una de las formas de hacerlo será diversificando su actividad para, además de 'software', desarrollar dispositivos para sistemas ciberfísicos. Es decir, dotados de diferentes sensores y tecnologías e interconectados entre sí para transmitir la información que van recopilando.
Para lograr estos objetivos la firma necesita 250.000 euros que espera captar gracias a su presencia los días 18 y 19 de octubre a B-Venture, el evento de 'startups' organizado por EL CORREO con el patrocinio del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, la agencia de desarrollo SPRI, la Diputación foral de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao; y la colaboración de BStartup de Banco Sabadell, BBK, Laboral Kutxa, CaixaBank, BBVA y la Universidad de Deusto.
Hupi
Desarrolla asistentes virtuales a medida para los sectores de la industria y la movilidad.
Sensorización de marquesinas
Una de las aplicaciones más curiosas diseñadas por Hupi para sus clientes vascos es la desarrollada para la gestora del transporte público urbano de San Sebastián, Dbus. Además de un 'software' de mantenimiento predictivo que pudiera anticipar una avería en el motor del sistema de climatización, por ejemplo, la compañía quería una herramienta que le ayudara a gestionar mejor la flota.
¿La idea? Conocer en cada momento cuántas personas hay esperando en cada marquesina para ajustar los buses en servicio a las necesidades reales de esa jornada en concreto. Es más, no sólo tendría que precisar cuándo haría falta reforzar una línea, sino que también debía indicar con qué vehículo debía hacerse. Por ejemplo, recomendar mandar un microbus si hay pocos pasajeros o un bus especial si, entre todas las paradas, hay varias personas con un coche de bebé o con sillas de ruedas.
Para lograr afinar tanto, la firma colocó sensores en las paradas que, pese a no captar imágenes para respetar la privacidad de los viajeros, sí reconoce figuras y establece la probabilidad de que esa silueta corresponda a una persona. Después de su implantación en San Sebastián, Hupi ha llevado este mismo servicio a los buses municipales de Bayona y Burdeos, que explota la operadora Keolis.