Mondragón «trabajará» para que Ulma y Orona sigan en su seno

Mondragón «no va a arrojar la toalla» y «trabajará» para que tanto Ulma como Orona se mantengan en su seno, según estos medios consultados. El cómo hacerlo es algo que de momento no concretan porque «oficialmente» Ulma y Orona no han trasladado a la dirección de Mondragón su deseo de abandonar la matriz, que justifican en su intención de ganar autonomía y poder de decisión. Por ello, desconoce «el margen de maniobra» que existe para reconducir las «desavenencias» que aducen Ulma y Orona para plantear a sus socios cooperativistas el abandono de la corporación. La compañía que dirige Iñigo Ucín tiene claro que «es bueno para Mondragón que Ulma y Orona continúen con nosotros, y es bueno para el país, para Euskadi», sentencian las fuentes consultadas.

El congreso de Mondragón previsto para el próximo 15 de noviembre puede ser una fecha clave. Para ese cónclave se debatirá una ponencia de la corporación a la que ninguna de las 85 entidades y empresas socias, incluidas las dos que quieren escindirse, ha presentado enmienda alguna.

Por lo tanto, esa cita puede ser un buen momento para poner sobre la mesa las discrepancias estratégicas existentes y la posibilidad de dotar de más autonomía a firmas potentes como Orona, quinto fabricante europeo en materia de elevación o ascensores; o Ulma, una gran firma con nada menos que nueve divisiones y 5.500 empleados dedicados a la fabricación de productos y servicios para distintos sectores de actividad que van desde la industria al sector agrícola, pasando por la construcción. Pero eso sí, en Mondragón tienen claro que «dentro de un grupo hay unas normas conjuntas que hay que aceptar».

La oñatiarra Ulma ya ha anunciado en su carta que esta semana comenzará las reuniones informativas con los trabajadores, en un proceso marcado por una gran discreción y con total «opacidad» ante los medios de comunicación. Unos dos mil socios cooperativistas deben pronunciarse cuando se convoque una votación.

Parecido es el caso de Orona, desvelado en exclusiva por este diario, donde oficialmente reina el silencio y que prevé someter la salida a votación en una asamblea general extraordinaria antes de final de año en la que votarán 1.700 asociados, del total de 7.500 empleados de la firma ubicada en el parque hernaniarra de Galarreta.

Frente a ello, Mondragon Corporation «intentará que sigan en el grupo» para que la gran cooperativa con sede en Arrasate no se vea debilitada precisamente en un contexto económico de incertidumbre y crisis energética como el actual.

Las fuentes consultadas, eso sí, descartan que se produzca un «efecto contagio» y no esperan nuevos intentos de deserción en una compañía que mantiene marcas potentes como Laboral Kutxa, Eroski, las divisiones de Fagor, Danobat o Mondragon Unibertsitatea.