La Máquina-Herramienta cierra 2022 con una subida en la facturación del 9,7% y confía en llegar este año al 5%
El sector, que confía en el crecimiento de pedidos registrado, logró alcanzar los 1.723 millones de euros durante el último ejercicio, con una clara recuperación del subsector de la deformación
Sergio Llamas
Jueves, 9 de febrero 2023, 11:30
El contexto de incertidumbre, subida de materias primas y de energía del pasado año no frenó la mejora de resultados económicos en el sector de ... la Máquina-Herramienta. El clúster del sector ha reivindicado este jueves la subida de la facturación del 9,7% respecto a 2021, alcanzando una cifra de 1.723 millones de euros. Desde la AFM (la asociación de fabricantes de máquina-herramienta) estiman que el crecimiento para este año sea cercano al 5%, aunque algunos indicios apuntan a cierta desaceleración que estiman transitoria, y atribuyen la mejora del año pasado a la potente entrada en el ejercicio y a la cartera acumulada durante el 2021.
En este mismo factor confía también ahora el sector, que ha registrado durante 2022 un 11,28% de crecimiento de pedidos, con una clara recuperación en el subsector de la deformación -tras varios años sufriendo bajas- y un buen tono también en el de arranque. Se trata de la mejor captación acumulada de la serie histórica en términos absolutos, que se reduce a la segunda posición cuando se elimina el efecto de la inflación.
«2022 ha resultado un año verdaderamente complejo. Pese a que comenzamos el ejercicio con una buena carga de trabajo, la estructura de costes de los pedidos en curso se veía sacudida por los incrementos de precios que sufríamos desde hacía meses», ha detallado el presidente de AFM, José Pérez Berdud. El representante del clúster también ha subrayado el efecto adicional que supuso la invasión de Ucrania, afectando a la confianza internacional. «A la tragedia humana se le sumó otro incremento extraordinario de los costes, cancelaciones de actividad con Rusia y su esfera, y gran incertidumbre acerca del devenir de la economía y de la industria. Sin embargo, tras las dudas iniciales, y contra todo pronóstico, el año siguió transcurriendo con paso firme, y mes a mes la actividad industrial de diversos sectores y la demanda de tecnologías de fabricación se ha mantenido robusta», ha añadido. Para Berdud, el año se saldó «con buena actividad», y por encima de las previsiones, «lo que nos garantiza una arrancada de 2023 interesante».
Crecen las exportaciones
La exportación creció de manera notable el pasado año, en casi un 10%. Así llegó al mejor dato de la historia, los 1.364 millones de euros, con resultados casi idénticos en arranque y deformación. Italia, Alemania, EEUU, Francia y China fueron los principales destinos. En el caso de Italia los datos fueron de récord por la incentivación de la inversión impulsada desde el gobierno. Los pedidos procedentes del exterior también reflejan un crecimiento llamativo, del 13,25%, con una demanda destacable desde China, Alemania, EEUU, México e Italia. Los pedidos domésticos, sin embargo, se han reducido un 3,3%.
Desde AFM han destacado la recuperación de inversores del sector de la automoción, que viene impulsando la actividad del subsector de deformación. La aeronáutica también ha retomado los programas de fabricación paralizados durante la pandemia, mientras que el sector energético, el metalmecánico y los bienes de equipo presentan buenas perspectivas. El consumo interior, que desde el clúster calificaron como «nuestro perpetuo talón de Aquiles» por su deseo de que crezca la industria y esté mejor equipada, crece también un 31,7% por efecto de las importaciones, aunque han recordado que las cifras siguen siendo muy modestas.
El director general de AFM, Xabier Ortueta, ha subrayado que «debido las medidas de enfriamiento y control de la inflación esperamos una ralentización de la economía en 2023, que nos llevará muy probablemente a una caída en la entrada de pedidos». En todo caso ha añadido que «no son buenos tiempos para previsiones», y se ha mostrado «moderadamente optimista» al confiar en la actual cartera de pedidos y su posicionamiento en sectores estratégicos como la energía, el aeroespacial, los bienes de equipos o la automoción. «La necesidad de asegurar las cadenas de suministro y el 'friendshoring' -término que se refiere a la colaboración con países con valores y principios compartidos- apuntan a nuevas e interesantes inversiones en equipamiento que deberemos aprovechar para seguir creciendo», ha remarcado.
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