Indra recompone su consejo con el futuro de Mataix y la entrada de ITP en el alero

A partir de ahora se abre un periodo de transición con numerosos rumores que apuntan a que el primer paso será el cese del consejero delegado, Ignacio Mataix, quien se ha opuesto reiteradamente a los intentos de situar a la compañía a rebufo de los intereses del Ejecutivo PSOE-Unidas Podemos, al considerar que algunas inversiones que se proponen no tienen justificación financiera y a la postre pueden ser ruinosas. Es el caso de la entrada en el capital de la empresa aeronáutica vasca ITP Aero, adquirida por el fondo norteamericano Bain, en la que el Gobierno español quiere tener presencia accionarial para impulsar la creación de un gran grupo nacional volcado en la industria de Defensa.

Por una amplia mayoría, la junta de Indra aprobó la incorporación como independientes de Belén Amatriain, Virginia Arce Peralta, Axel Arendt, Coloma Armero Montes, Olga San Jacinto Martínez y Bernardo José Villazán -junto a la ya mencionada de Moscoso como dominical-, tras un proceso de selección que ha durado varios meses.

La elección de estos independientes ha sido supervisada por Ignacio Martín, expresidente de Gamesa y hasta ahora consejero de Indra, quien ya anunció su intención de dimitir cuando se consiguiese la normalización de este órgano de gobierno. Martín decidió abandonar la empresa debido a las continuas injerencias del Ejecutivo y con su salida Ignacio Mataix, el consejero delegado, pierde el principal apoyo que tenía en el consejo de administración. Según fuentes consultadas por este periódico, el Gobierno de Pedro Sánchez quiere ahora convencer a estos independientes de las bondades de una participación accionarial en la empresa ITP, en la que compartirían propiedad junto a Bain, el fondo JB Capital y el Gobierno vasco, que acaba de formalizar la adquisición de un 6% de la compañía para garantizar su arraigo en Euskadi.

La junta de accionistas de Indra también aprobó la anulación del voto de calidad del presidente en el consejo, que hasta ahora servía para deshacer empates. Marc Murtra, el presidente de Indra, nombrado por decisión del Gobierno, había propuesto esta cesión de forma voluntaria para intentar aplacar las críticas que habían surgido desde su designación. En el transcurso de la junta tan solo intervino un accionista para pedir al nuevo consejo de administración de la firma que ponga todos sus esfuerzos en recuperar la normalidad de la compañía ya que, recordó, las polémicas en la cúpula han provocado la pérdida de casi el 25% del valor de la sociedad en Bolsa.