Para no dar ni golpe
La 'startup' desarrolla nuevos modelos de prótesis que mejorarán tanto la técnica de su colocación como su duración
iratxe bernal
Martes, 27 de septiembre 2022, 00:28
A los los profanos nos puede sonar muy bruto y nada sofisticado para un quirófano, pero la cirugía de reemplazo de cadera se realiza a martillazos. Literalmente, entre el instrumental que emplean los cirujanos hay martillos y cinceles. Que se tengan que usar más o menos depende del tipo de implante que nos coloquen. Los hay que requieren menos presión porque emplean unos polímeros que, al fraguar, fijan el implante al hueso. Y, por otra parte, están los que surgieron en los ochenta para evitar el riesgo de infección que conllevan las partículas de cemento y prescindieron de ellas a fuerza de golpes. Desde entonces no se han desarrollado otras opciones, pese a que el aumento de la esperanza de vida, el crecimiento de las tasas de obesidad y el incremento de la actividad deportiva amateur hacen mella en las articulaciones y suman cada año un mayor número de personas que necesitan una prótesis; especialmente, de cadera y rodilla.
«El perfil del paciente que se somete a este tipo de cirugías está cambiando. Ya no se trata de un problema que únicamente afecte a mayores, sino que los problemas de desgaste empiezan a ser frecuentes también en personas de 50 o 55 años. Sin embargo, al cabo de unos años las prótesis necesitan ser sustituidas. En teoría al cabo de 20 o 25 años, pero en la práctica suele ser en bastante menos tiempo. Por lo que cada vez será más frecuente que haya pacientes que se tengan que someter a cirugías de extracción y reemplazo de esos implantes, que son mucho más duras que las de la primera colocación, que ya es decir». Así lo explica José Expósito, cofundador de Nela BioDynamics junto a Antonio Silvestre, jefe de servicios de cirugía ortopédica y traumatología del Hospital Clínico Universitario de Valencia, y José Albelda, profesor en Ingeniería Industrial de la Universidad Politécnica de Valencia. Allí surgió esta 'startup', que para 2026 espera lanzar al mercado un nuevo modelo de implante de cadera que permita prescindir tanto del cemento como del ajuste por presión.
La prótesis mejora la regeneración ósea, lo que evita que con el tiempo haya que sustituirla
Evitar una segunda operación
«La operación siempre es muy traumática y altera el proceso fisiológico de regeneración ósea, por lo que con los años nuestros huesos van siendo cada vez más débiles. De ahí que haya personas que, para evitar esa segunda operación, intenten retrasar todo lo que pueden la primera, con la merma que ello supone de su calidad de vida», subraya. Eso sin olvidar que tampoco todas esas primeras colocaciones son exitosas. Hay casos en los que la fijación no es la adecuada y se acaba aflojando, ya sea por un fallo del manto de cemento que fija la prótesis como por la ausencia de un adecuado crecimiento óseo alrededor del implante.
El equipo de investigares de Nela BioDynamics ha logrado evitar estos problemas en los ensayos que ya han realizado en animales gracias al uso de una técnica y un instrumental quirúrgico que, a modo de fresadora, permite realizar en el hueso un corte de gran precisión en el que el implante, previamente comprimido, encaja con una cierta holgura; la suficiente para evitar cualquier presión en la colocación, por un lado, y para permitir, por otro, que, una vez en su posición final, se expanda radialmente quedando fijado sin echar mano de cementos. «Para entendernos, es como colgar un cuadro pasando de clavar a martillazos una alcayata a taladrar y colocar un taco tipo Fischer», resume muy gráficamente Expósito.
Fijación a largo plazo
Las ventajas no acaban en el quirófano, donde la duración de las operaciones se reduce a la mitad. Además, al tratarse de una intervención menos traumática, el postoperatorio se queda en unas horas. Finalmente, para favorecer la fijación a largo plazo y evitar una segunda operación, la prótesis cuenta con un recubrimiento especial que combina materiales poliméricos y metálicos. Esta composición reduce la rigidez del implante, por lo que mejora la tolerancia del hueso y, por tanto, los procesos de regeneración ósea alrededor del implante.
La firma lleva desarrollando tanto el instrumental como la prótesis -que ya están patentados- desde que Expósito lo escogiera como tema de su tesis de ingeniería biomédica. Ya cuentan con el diseño definitivo de la prótesis de cadera, la primera que lanzarán al mercado, y están trabajando en la mejora de su resistencia mecánica y ultimando los ensayos preclínicos para iniciar la fase clínica en 2024. Para 2026 esperan haberla lanzado y estar ultimando ya los ensayos clínicos de la prótesis de rodilla, que será su segundo lanzamiento.
Para ello van a abrir una ronda de financiación de un millón que presentarán los días 18 y 19 de octubre a B-Venture, el evento de 'startups' organizado por EL CORREO con el patrocinio del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, la agencia de desarrollo SPRI, la Diputación foral de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao. Así como la colaboración de BStartup de Banco Sabadell, BBK, Laboral Kutxa, CaixaBank, BBVA y la Universidad de Deusto.
Nela Biodynamics
La firma ha patentado tanto las prótesis como el instrumental quirúrgico que permiten prescindir de cementos y ajustes por presión.
En colaboración con la clínica Mayo
Nela BioDynamics es la primera empresa española en ser seleccionada por la estadounidense clínica Mayo para participar en su programa de intercambio de innovación. «Ellos tienen una serie de iniciativas para apoyar todas las investigaciones o 'startups' relevantes que surgen en su propio entorno, de sus propios médicos y cirujanos. Pero también acogen a otras, sobre todo estadounidenses, que estén desarrollando innovaciones que puedan ser punteras a nivel mundial. Estamos muy emocionados porque va a suponer un gran impulso y también una gran exigencia, ya que es un convenio que hay que renovar cada año», explica José Expósito.