Elkargi cree que la subida de tipos de interés no pone en peligro la inversión empresarial

Su observatorio es privilegiado. Elkargi es una sociedad financiera dedicada fundamentalmente a la concesión de avales, propiedad de 22.600 socios -tanto empresas como autónomos- del País Vasco. La entidad tiene un amplio respaldo de la Administración, una gran implantación en el segmento de pequeñas y medianas empresas -las que tienen más dificultades para obtener créditos- y ha sido el instrumento elegido por el Gobierno vasco para gestionar los 'préstamos Covid', que ayudaron a superar las tensiones de tesorería generadas por el confinamiento y la interrupción de la actividad económica.

Los datos de Elkargi de 2022 demuestran, precisamente, que la inversión en las empresas vascas ha mantenido una senda de crecimiento. Algo que revela también que hay expectativas de negocio. Así, la entidad concedió el pasado año avales por un importe total de 455 millones de euros, lo que supuso un aumento del 23%. Algo más de la mitad, el 53%, se destinaron a proyectos de nuevas inversiones y este capítulo experimentó un crecimiento del 12% en comparación con el ejercicio anterior. A finales de año Elkargi mantenía una cartera viva de avales por un importe total de 1.700 millones de euros.

«El problema de las empresas no es tanto de financiación o de coste del crédito -aseguró Sánchez en una comparecencia ante los medios de comunicación-, sino de incertidumbre respecto a los márgenes de negocio». En la misma línea apuntaron que «aunque pueden revisarse muchas inversiones que estaban previstas, por razones diversas, lo cierto es que un aumento de dos o tres puntos en los tipos de interés no pueden ser un problema insalvable para un proyecto que tiene bases sólidas».

Aunque reconocieron que en la recta final de 2022 se detectó una desaceleración en las peticiones de nueva financiación -aún no tienen datos fiables sobre la demanda que va a existir en el arranque de 2023-, también apuntaron que «la llegada con retraso de los fondos europeos permite pensar que la inversión va a mantener un buen nivel a lo largo de 2023». Que las empresas asuman nuevos riesgos o estén dispuestas a renovar sus equipamientos y que haya financiación suficiente en el mercado para atender esa demanda, añadieron, «es una de las grandes diferencias que presenta la coyuntura actual, en comparación con la crisis que se desató en 2008».

Los directivos de Elkargi también se mostraron optimistas en torno a la salud financiera de las empresas que atravesaron dificultades en la etapa más severa de la pandemia. Una apreciación que también está respaldada por los datos. De algo más de 900 millones de euros en créditos avalados por el Gobierno vasco y gestionados por Elkargi, como ayuda extraordinaria en los inicios de la pandemia, por el momento tan sólo han resultado fallidos un 3%. Esto es, las empresas y autónomos que los recibieron ya se han demostrado incapaces de afrontar su devolución.

Algo más del 6% -527 empresas que recibieron un total de 52 millones de euros-, solicitaron a lo largo del pasado año una novación. Un balón de oxígeno para ampliar el plazo de vida de los préstamos, hasta un máximo de ocho años desde los cinco iniciales, y también para posponer hasta 2023 el inicio de las amortizaciones. El director general de Elkargi, Zenón Vázquez, apuntó ayer que «llegar al final de la vida de estos créditos con unos fallidos en el entorno del 6% sería algo razonable. Superar los dos dígitos resultaría preocupante», concluyó.

Por otra parte, la sociedad Elkargi está inmersa en un proceso de transformación con el objetivo de ampliar su áreas de actuación. Hay ya al menos dos líneas de trabajo en las que han comenzado a dar los primeros pasos. Una de ellas es el asesoramiento integral a pequeñas y medianas empresas -incluso a algunas grandes-, para dotarlas de una estructura de financiación más compleja que el mero recurso al crédito bancario convencional. Por otra parte, la entidad ha comenzado a prestar una atención especial a la financiación de 'startups'. El pasado año ya gestionaron avales por 7 millones de euros para este tipo de iniciativas empresariales que, apuntaron, «son siempre operaciones más complejas porque no existe una actividad histórica de la empresa para desarrollar los análisis de riesgo».