IMQ acepta la oferta de Adeslas y la someterá a votación de los accionistas

El 'día D' será el próximo 30 de junio, fecha para la que se ha convocado la junta de accionistas en la que los dueños de la compañía deberán tomar una decisión que será clave. La propuesta del consejo contempla la posibilidad de que sea la propia sociedad quien asuma la compra de las acciones de quienes quieren vender, aunque esta opción sólo es viable, estiman, si son pocos los que optan por coger el dinero y desprenderse de sus acciones. Para conocer ese detalle, tras la junta se abrirá un proceso de manifestación de intereses para que los accionistas que quieran vender de forma inmediata lo den a conocer. Hay que tener en cuenta que algo más del 45% de los socios ya han abandonado el ejercicio de la medicina y son pensionistas.

El consejo de administración considera que si el número de vendedores es elevado -al parecer el umbral razonable se sitúa por encima del centenar-, es necesario buscar un respaldo que garantice que podrán salir todos los que lo deseen, además de dejar clarificado que en el futuro el resto de médicos tendrá un tratamiento similar. Es ahí donde entra en juego la oferta de Adeslas que, como ya es conocido, se ha comprometido a abonar 255.000 euros a cada accionista que desee dejar IMQ -es el valor de cada paquete de 1.000 títulos, el mínimo en manos de cada uno de los médicos-, además de establecer las condiciones de cara al futuro.

En el terreno de las compras ha ofertado abrir una segunda 'ventana' dentro de tres años y hacerlo de forma sucesiva cada dos años. También ha garantizado que no superará el 50% en la filial de seguros de IMQ, de la que ya controlan el 45% y que inyectará el dinero adicional mediante la adquisición de acciones del grupo. Junto a ello ha expresado una lista de compromisos que pasan por la gestión compartida y por consenso con los médicos; el mantenimiento de la plantilla; también del modelo asistencial y de la sede en el País Vasco; las aportaciones a la gestora del plan de pensiones y los baremos de remuneración de los médicos.

Todo apunta, sin embargo, a que la junta de accionistas se convertirá en un nuevo campo de batalla. A un lado estarán quienes quieren vender a corto plazo y estiman que la oferta de Adeslas supone una garantía para ello, y al otro quienes desean que los médicos retengan el control y tratan de impedir que esta aseguradora incremente su peso en el grupo vasco.

Este colectivo, agrupado en torno a la asociación Ademi, ya ha manifestado su oposición a la oferta de Adelas -aunque han matizado que la tienen que estudiar con mas detalle porque desconocen la «letra pequeña»-, al tiempo que trata de recabar el respaldo de los accionistas para poner en marcha otro modelo. Así, aseguran que si ellos toman el control de la sociedad los accionistas que quieran vender podrán hacerlo cobrando aún más de lo que ofrece Adeslas -5.000 euros más- y proponen que la mayor parte del esfuerzo financiero se realice con fondos propios de la compañía. De un lado con tesorería del propio grupo, también con la venta de algunos activos y, si es necesario, con la incorporación de algún socio de carácter financiero.