Basquevolt se alía con Telefónica y Siemens para su planta de prototipado

Entre estas dos empresas se repartirá el grueso de la tecnología interna de Basquevolt, tanto la referente a la información como la propia tecnología operativa de la firma que preside Francisco Carranza. Según ha explicado la empresa, equipos especializados propios y de Telefónica y Siemens llevan meses trabajando en cómo digitalizar la primera línea productiva de la firma de Miñano.

Con aspectos como la conectividad y la ciberseguridad como claves de esta alianza, Basquevolt busca que los sistemas que coordinan la fabricación de productos funcionen «de manera fiable y asegurando la producción de las celdas».

En un proyecto tecnológico donde la competitividad es clave, Basquevolt también ha diseñado con Telefónica una serie de herramientas para proteger los secretos tecnológicos del equipo de Michel Armand, especializado en baterías en estado sólido. Ahí es donde está la llave de su futuro industrial y, por ello, Basquevolt pretende implementar con Telefónica soluciones que permitan «proteger el perímetro industrial, segmentar y restringir el tráfico no deseado». Además, también se busca «detectar y responder ante amenazas que puedan sufrir los dispositivos finales de la compañía».

Los primeros resultados de la alianza, explica Basquevolt, «se esperan en el primer cuatrimestre de 2024». Para esas fechas se espera que la planta de prototipado ya esté en funcionamiento. En esta instalación hay depositadas muchas esperanzas, ya que, confían, sea la llave que abra la puerta a fabricantes interesados en la tecnología de la empresa alavesa.

Pese a ello, este desarrollo industrial no es el único punto en la hoja de ruta de la compañía de Miñano. Para finales de 2025 se espera levantar un segundo edificio donde pasar a la producción en volúmenes industriales. Pero, al mismo tiempo, hay que buscar compradores para las baterías y financiación, ya que hacen falta 200 millones para las dos líneas de producción. En este capítulo, aún está pendiente una ampliación de capital en la que se espera que aparezca de nuevo el Gobierno vasco, aunque se buscan otros socios industriales. En el momento de su constitución fueron CIE Automotive, Enagás, Iberdrola, EIT InnoEnergy y los Gobiernos central y vasco quienes entraron en el accionariado de Basquevolt.