Las empresas vascas Mecaner y Glavista piden ayuda para evitar un cierre que afecta a 380 trabajadores
Los comités de las empresas han acudido este lunes al Parlamento vasco para denunciar las decisiones de deslocalización de sus propietarios
La vizcaína Mecaner y la alavesa Glavista, dos empresas históricas del sector de automoción vasco, se encuentran al borde del cierre, lo que dejaría en ... la calle a 144 y 240 trabajadores, respectivamente. Sus comités han acudido este lunes al Parlamento vasco para pedir ayuda con objeto de poner freno a las decisiones de deslocalización tomadas por sus propietarias, la multinacional Stellantis en el primer caso y el fondo de capital riesgo suizo Parter Capital, que a su vez adquirió la compañía al grupo Guardian.
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La empresa de troqueles Mecaner, fundada en 1961 en las instalaciones de Mecánica de la Peña en Urduliz, recibió el anuncio de cierre el 1 de septiembre. Fue un golpe para su plantilla de 144 personas, que aseguran que la compañía es «viable» y que lo único que busca Stellantis –propietaria de marcas como Peugeot, Citröen o Fiat– «es aumentar sus márgenes con el traslado de la producción a países de bajo coste».
«La planta de Mecaner ha dado beneficios estos últimos años y la multinacional Stellantis ha ganado más de 16.000 millones», han explicado los representantes del comité –integrado por ELA, LAB, ESK y CC OO–, que han exigido la devolución de las ayudas recibidas por el grupo francés en el marco de los PERTE, cifradas en más de 63 millones. Se trata de subvenciones concedidas a nivel nacional y, por tanto, la petición debería de trasladarse al Congreso. Justo en Euskadi PNV y PSE han pactado con Bildu un acuerdo para obligar a devolver las ayudas otorgadas por la administración vasca a las empresas que se marchen.
Cambio del modelo de negocio
El comité de Mecaner, que ya ha mantenido contactos con el departamento de Industria del Gobierno vasco, ha pedido la toma de una participación pública o la ayuda para encontrar inversores. La plantilla ha encargado, con el apoyo del Ayuntamiento de Urduliz, un estudio a la sociedad Garúa para analizar un cambio en el modelo de negocio de la planta y orientarlo a la transición ecológica. «Hay que buscar alternativas porque las multinacionales solo buscan producir al menor coste posible y Euskadi con ese criterio no es competitiva. Siempre les va a salir mejor producir en países low cost. El País Vasco se convertirá así en un territorio de ocio y servicios, perderá la industria».
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El caso de Glavista, fabricante de parabrisas en Llodio, es similar. El fondo de inversión suizo Parter Capital lo compró a Guardian en 2020 y había alcanzado recientemente un acuerdo con la empresa industrial Amine, liderada por un ex directivo de la multinacional, para venderle la planta. Pero el pacto se ha frustrado porque Guardian se niega a incluir los terrenos en la transacción. «Ha quedado claro que la venta al fondo buitre por un euro solo fue una maniobra para realizar un cierre encubierto», ha asegurado el comité, que también pide la ayuda del Gobierno vasco, con el que lleva tiempo en contacto.
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