Instalaciones de un centro de ocupación para personas con discapacidad en Euskadi. E. C.

Dos de cada tres jóvenes vascos con discapacidad ve «muy difícil» acceder a su primer empleo

Un estudio alerta de que el 86% de los menores de 30 años pertenecientes a este colectivo todavía busca su primer puesto

Sergio Llamas

Lunes, 12 de agosto 2024, 11:45

La caída en las tasas de paro ha despejado las nubes que habitualmente ensombrecen las perspectivas de futuro para quienes inician su carrera profesional. En ... general, las nuevas generaciones tienen más fácil conseguir una vacante, aunque no todos lo perciben así. Dos de cada tres jóvenes con discapacidad en Euskadi reconoce que todavía ve «muy difícil» su acceso al primer empleo, y confiesa que tardará más de un año en dar con el puesto.

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La cifra es fruto de un estudio desarrollado por la Fundación Adecco, entidad dedicada a favorecer el acceso al mercado laboral para quienes lo tienen más complicado, en colaboración con Wärtsilä. Lo ha realizado aprovechando la celebración este lunes del día internacional de la Juventud. Según los datos recopilados en la investigación, el 86% de los más de 250 entrevistados -todos menores de 30 años con discapacidad- nunca han trabajado y aún buscan su primer empleo.

«La ausencia de experiencia laboral, la alta competencia, las redes de contacto más limitadas entre los jóvenes o las expectativas y requisitos de las ofertas de empleo hacen que las personas que buscan un primer trabajo encuentren grandes dificultades, que se ven amplificadas en el caso de los jóvenes con discapacidad, debido al gap formativo, la ausencia de accesibilidad o los prejuicios y estereotipos que frenan la voluntad de los empleadores a la hora de incorporarles a los equipos de trabajo», ha lamentado el director general de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero. Según los datos del último informe elaborado por la entidad sobre jóvenes con discapacidad, de media estos tardan 24,5 meses en encontrar un trabajo. El dato supone el doble de tiempo que la media para otras personas de su generación.

La encuesta realizada ahora por la fundación destaca que siete de cada diez jóvenes vascos con discapacidad subrayan como sus principales impedimentos las barreras culturales percibidas por los contratadores, los prejuicios y los estereotipos asociados a la discapacidad. El 30% restante apunta hacia una insuficiente formación y experiencia, que podría llegar a empobrecer su currículum.

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Sentimiento de rechazo

Esta situación se traduce en un sentimiento de rechazo en la búsqueda de empleo. Un 72,5% de los vascos encuestados afirma haber percibido discriminación en los procesos de selección: un 60,7% cree haberlo sufrido en la fase previa al seleccionar los perfiles y un 53,1% apunta a la propia entrevista de trabajo, donde han sentido cuestionadas sus capacidades o aptitudes para el desempeño. «Para equiparar las oportunidades de los jóvenes con discapacidad con el resto de personas de su generación resulta crucial fomentar la sensibilización y formación de los empleadores, mejorar la accesibilidad en los lugares de trabajo e impulsar políticas activas de empleo, que poroporcionen formación y apoyos adecuados para que los jóvenes con discapacidad puedan conectar con los sectores que hoy lideran la creación de empleo», ha señalado Mesonero.

En cuanto a su formación, tres de cada cuatro jóvenes vascos con discapacidad asegura contar con una vocación concreta aunque no albergan esperanzas en poder dedicarse a ella profesionalmente ya que no cuenta con formaciones homologadas adecuadas a su situación personal. El otro 25% confía en poder dedicarse a su vocación «tarde o temprano». Esta situación se aplica «sobre todo a jóvenes con discapacidad intelectual», ha alertado el director general de la Fundación Adecco. «En la mayoría de los casos se presupone que se desarrollarán profesionalmente en su centro de día, en un centro ocupacional o en un Centro Especial de Empleo, sin contemplar su verdadera vocación e intereses», ha explicado. No obstante, también destaca que se están diseñando alternativas para proporcionales formación en áreas específicas de mayor valor añadido, pese a que siguen existiendo reticencias y prejuicios en la empresa ordinaria.

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Más allá de la igualdad de oportunidades, las personas encuestadas en el estudio destacan como sus principales motivaciones para buscar un empleo la necesidad de un salario (el 90% de los participantes), la autoestima (el 86,3%), la creación de una red de contactos (69%) y garantizarse una vida estable y normalizada (59%). Además de la independencia económica se convierte, para los responsables de la fundación, en «un instrumento clave para fortalecer su autoestima», así como para potenciar «su inclusión social y profesional». «El empleo es, en definitiva, el medio por excelencia para normalizar su vida».

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