Las cotizaciones de los salarios altos se elevan un 4% y suman una nueva carga
Desde 2025 se pagará una tasa por la parte del sueldo que exceda la base máxima, que se incrementará hasta los 4.909 euros
El Gobierno ha ido incrementado en las últimas reformas las cotizaciones a la Seguridad Social, especialmente en el caso de los sueldos más altos, para ... financiar el creciente gasto en las pensiones. Fruto de esta estrategia, los salarios más elevados sufrirán un importante aumento de las cuotas en 2025. Para empezar, la base máxima de cotización subirá un 4% hasta los 4.909 euros al mes, lo que equivale a 58.912 euros al año. Pero además entrará en vigor la denominada cuota de solidaridad por la que se empezará a gravar progresivamente la parte del salario que exceda ese umbral. En Euskadi se calcula que cerca de 100.000 trabajadores cotizan por la base máxima, lo que supone un importante incremento de costes para las empresas.
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El aumento de la presión en los sueldos altos entra por varias vías. En primer lugar por la subida de la base máxima. Ya desde el año pasado se aplica la medida por la que este umbral no solo se revaloriza con la inflación de los doce últimos meses hasta noviembre -un 2,8% para 2025- sino que se le añade una cuantía fija de 1,2 puntos. De ahí que la base máxima saltará desde los 4.720 euros actuales a los 4.909 euros. Esta alza es muy superior a la que se aplica a la pensión máxima a la que tienen derecho, que se incrementa en un 2,9% (la inflación más un 0,115%) hasta los 3.267 euros.
La escalada del la base máxima supone un aumento de carga importante para las empresas. Teniendo en cuenta que asumen un tipo de gravamen cercano al 33%, la cuota que pagarán el año próximo por estos trabajadores ascenderá a 1.620 euros frente a los 1.558 de este 2024. Es un aumento mensual de más de 62 euros al mes y 744 al año. En el caso del trabajador, que contribuye con el 6,35%, su nómina quedará mermada en unos 12 euros más al mes, 144 al año.
El impacto alcanza una envergadura notable si se contempla la última década, periodo en el que la base máxima de cotización ha crecido un 36%. Es decir, que la cuota que pagan los salarios altos -tanto empresa como trabajador- ha pasado de 1.400 euros a más de 1.930.
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Pero la gran novedad en 2025 es la cuota de solidaridad, que grava la parte del salario que excede la base máxima de cotización. Su entrada en vigor es progresiva y este primer año será suave, con una horquilla por tramos que va del 0,92% al 1,17%, pero se irá endureciendo.
Cuota de solidaridad
La cuota de solidaridad funciona de la siguiente manera. Teniendo en cuenta que la base máxima subirá a 58.912 euros el próximo año, la parte del salario que exceda ese umbral en un 10% soportará una gravamen del 0,92%. El tramo entre el 10% y el 50% tendrá una tasa del 1% y a partir del 50% se cargará el 1,17%.
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Esta cuota no mejora la pensión sino que su objetivo es fortalecer el sistema, es decir, que son ingresos para la caja, que se encuentra bajo presión por la jubilación del 'baby boom' y la revalorización con el IPC. Es la misma función que tiene el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), con la diferencia de que este último se aplica a todos los trabajadores.
El MEI también da una vuelta de tuerca este año al subir del 0,7% al 0,8% y va a seguir creciendo hasta el 1,2% al final de la década. Más del 83% de esta carga la asumen las empresas.
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