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Varios trenes AVE de Renfe en la estación de Málaga. M. Fernández
Los competidores de Renfe solo operarán el 16% de los viajes en el AVE liberalizado

Los competidores de Renfe solo operarán el 16% de los viajes en el AVE liberalizado

La estimación inicial apenas llega a la mitad de la capacidad que podrían tener al abrir al mercado los tres corredores elegidos

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Domingo, 8 de diciembre 2019, 00:22

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A un año vista de que se liberalice el transporte ferroviario de pasajeros en la UE, España ya ha hecho buena parte de los deberes. Hace poco más de una semana ADIF, la empresa pública que gestiona estas infraestructuras (vías y estaciones) hizo las tres preadjudicaciones previstas para otros tantos corredores del AVE (Madrid-Barcelona-frontera francesa, Madrid-Levante y Madrid-Sur), los primeros en abrirse a la competencia. No obstante, la firma final de los acuerdos marco deberá hacerse antes de marzo.

Para el 14 de diciembre de 2020 deberían estar en disposición de operar los tres a la vez en el mercado nacional. Renfe, por su mayor capacidad y experiencia, recibió el paquete de surcos (franjas horarias que ocuparán los viajes) más amplio, el llamado 'A' con hasta 104 circulaciones diarias, aunque la compañía que preside Isaías Táboas solo utilizará el 86%, alrededor de noventa.

El segundo paquete, el 'B', recayó en Ilsa, la sociedad conjunta de los dueños de Air Nostrum y Trenitalia (filial de la sociedad pública italiana FS), que ofrecerá el 70% de los surcos que podría haber dado (habrían sido 16 trayectos diarios en todo caso). Mientras que el 'C', concedido a la operadora pública francesa SNCF, se cubrirá por completo (cinco circulaciones por jornada).

De completarse todos los surcos, ADIF estima que la oferta comercial en las líneas de alta velocidad que van a Sevilla y Málaga, Zaragoza y Barcelona, o Valencia y Alicante, entre otras ciudades, subiría en un 65%. Sin embargo, solo se realizarán el 78% de las circulaciones previstas, según las estimaciones realizadas conforme a los datos facilitados por las propias empresas y, de ellas, apenas el 16% estarán a cargo de los dos nuevos competidores de Renfe.

Margen de ajuste

En teoría, Adif podría multar a aquellas operadoras que dejen sin cubrir (con viajes) más de un 10% de la capacidad total que se les ha adjudicado, a fin de que no acumulen más de la que pueden comercializar y, llegado el caso, pudieran entrar otras empresas competidoras. Sin embargo, y para prevenir, tanto Renfe como Ilsa ya advirtieron antes de la licitación que no la agotarían y el gestor público de la red cuando hizo las preadjudicaciones.

La propia normativa europea sobre el cuarto paquete ferroviario que han de implementar los países de la UE solo permite adjudicar con acuerdos marco -en España se ha decidido que tengan diez años de duración- el 70% de todos los tráficos previstos en la red liberalizada, mientras que el 30% restante se habría de adjudicar con acuerdos anuales que podrían ser renovables. Se abre así una vía alternativa para los tres aspirantes que fueron derrotados en el concurso de noviembre: el fabricante ferroviario Talgo (que iba asociado con el grupo turístico Globalia), el grupo de concesiones e infraestructuras Globalvia y la firma andaluza Eco Rail. Incluso no se descarta que la SNCF solicite más capacidad o haya nuevos interesados, como Acciona o la británica Virgin.

El 16% referido de presencia inicial de los dos competidores de Renfe en las tres líneas de AVE abiertas al mercado es apenas la mitad de la cuota «potencial» que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) prevé para ellos con arreglo al «sustancial incremento» de circulaciones que espera con la liberalización. Así, apunta un crecimiento de entre el 50% y el 150% sobre el servicio actual en función de cada corredor, es decir, en su franja alta más del doble de lo que espera ADIF, al que el órgano regulador que preside José María Marín Quemada le ha reprochado que no haya adaptado varias de sus recomendaciones para las adjudicaciones.

La principal reside en los cánones por usar la red ferroviaria, estaciones y otros servicios, para los que la CNMC reclama un período de estabilidad e incluso rebajas, a fin de potenciar el incremento de viajes y el abaratamiento de tarifas para los usuarios. Pero esas tasas están directamente vinculadas a los Presupuestos del Estado y dependen al final del Parlamento. Por eso está paralizado el nuevo marco tarifario de ADIF, que rebajaría los cánones básicos hasta un 22% pero en un sistema de descuentos y recargos.

Interior de uno de los trenes de Renfe que recorre Galicia. EFE

Dos antecedentes de futuro incierto

Renfe ya podría haber tenido este mismo año sus dos primeros competidores, aunque limitados a las conexiones ferroviarias internacionales. En concreto, Competencia (CNMC) dio luz verde a Air Nostrum -socio de la firma Ilsa, una de las adjudicatarias de los tres paquetes liberalizados del AVE-para explotar en paralelo a la operadora pública los viajes entre Madrid y Montpellier, con paradas intermedias en Barcelona y Zaragoza.

La falta de trenes -resuelta en Ilsa por su alianza con la operadora francesa SNCF-, sin embargo, ha frenado las operaciones. Sí dispone de ellos Arriva, filial de la compañía ferroviaria alemana Deutsche Bahn, que desde mayo tiene permiso para competir con Renfe en la conexión convencional entre A Coruña y Oporto (con paradas en Santiago y Pontevedra). Promete rebajar en casi diez minutos el viaje, pero dependerá de la electrificación de la línea.

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