La flota vizcaína cierra la costera del bonito con 1.350 toneladas de descargas
Las cofradías vascas pedirán al Gobierno central el reparto de la cuota por comunidades autonómas «para mejorar la gestión»
La costera del bonito se cerró la pasada medianoche con buenas noticias para el sector, que para este lunes ya lo había «agotado todo»: las 16.620 toneladas de cuota establecidas para la flota de bajura del Cantábrico noroeste y Canarias, incluido el 10% más que ha traído consigo el aumento en la misma proporción del TAC (totales admisibles de capturas) previsto para este año. Una realidad que, según destacó este lunes el secretario de la Cofradía de Bizkaia, Aurelio Bilbao, confirma que la especie «se encuentra bien en cuanto a stock y conservación».
Sólo en Bizkaia, la cifra de descargas contabilizada hasta este lunes ascendía a 1.350 toneladas de atún blanco del norte. La mayor parte de ellas, 684 toneladas, corresponde al puerto de Bermeo, seguido por el de Ondarroa, con 658, y Lekeitio, en mucha menor medida, al sumar 1.400 kilos de este preciado alimento. Las sensaciones entre los arrantzales han sido «buenas». Y el reparto de capturas entre la flota de cebo vivo y la de cacea, «equilibrado». La gran presencia de esta especie en el Golfo de Bizkaia ha favorecido, apuntó Bilbao, la salida del más de medio centenar de embarcaciones que se dedican a esta pesquería en el territorio. «Tanto de las grandes, como de las más pequeñas, porque las distancias han sido más cortas que otros años, se ha faenado a pocas millas», lo que se ha traducido también en un «menor consumo de gasoil».
El anuncio de la Administración española de cerrar la costera del bonito la pasada madrugada no ha supuesto «ninguna sorpresa» para los profesionales del sector, que lo esperaban «de un día para otro». De hecho, la clausura de la temporada antes de lo previsto replica la situación que se registró el pasado año, cuando los topes se agotaron en apenas dos meses, lo que supuso un hecho insólito. En aquella ocasión, el cierre, que se decretó el 18 de agosto, no se hizo efectivo hasta cuatro días después.
El precio medio del bonito en lonja ha rondado este año los 3,5 euros el kilo, similar al de 2018 gracias altirón de las conserveras, «que han comprado mucho», según destacó el secretario de la Cofradía de Bizkaia. «Es la industria de transformación la que contiene estos precios, porque el consumo de fresco no es tan alto como para poder mantenerlos», añadió.
Preservar la especie
Terminada la campaña, las cofradías vascas librarán ahora otra batalla con el objetivo de que el Gobierno español cambie los criterios para el reparto de la cuota conjunta de capturas de bonito que, en su opinión, debería fijarse por comunidades autónomas, como ya se hizo con el verdel o la merluza. Una medida que, según defienden, «mejoraría la gestión».
Este será uno de los temas que los representantes de los arrantzales vizcaínos y guipuzcoanos pondrán sobre la mesa en la reunión de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) prevista para noviembre. El otro, la propuesta de aumentar en mil toneladas la cuota española de bonito de cara a la campaña de 2020.
Saben que resultará «complicado» por los trámites burocráticos, y que será preciso acudir al encuentro del ICCAT con informes científicos sobre el estado de la especie para no ponerla en peligro,«y porque no se puede pedir un aumento por pedir». Lo que no quieren es que se repita la situación vivida en los dos últimos años, «que ha habido que cerrar a finales de agosto habiendo pescado y pudiendo seguir pescando hasta principios de octubre o hasta que el pez diga basta», concluyó Aurelio Bilbao.
«No puede haber barra libre para todo el mundo»
Los arrantzales vascos han constatado a lo largo de este verano «capturas masivas» de atún blanco del norte. «Ha salido todo el mundo como loco buscando la parte de la tarta que le corresponde, porque la pesca olímpica es lo que tiene. El bonito se ha puesto cerca y cualquier barquito, cualquiera, ha podido capturar fácil», lamentaba ayer el secretario de la Cofradia de Bizkaia, quien advierte que, de seguir así, «se pueden resentir los precios». Esta es la razón por la que los profesionales del sector piensan reclamar al Gobierno central que establezca «un cierre del listado de barcos que puedan entrar a practicar su pesca, porque no puede haber barra libre para todo el mundo».